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Teatro

Diálogos de supervivencia

El sermón del fuego, la lúcida mirada del dramaturgo asturiano Néstor Villazón

El dramaturgo asturiano Néstor Villazón ha sido galardonado con el Premio Internacional de Textos Teatrales "Lázaro Carreter" y el Certamen Lanau Escénica de Nueva Dramaturgia, ha colaborado en diversos medios y publicaciones con su obra poética y narrativa. Nos centramos ahora en su producción teatral, la cual se ha podido disfrutar ya en varios escenarios nacionales e internacionales. Existe en la obra de este autor un claro compromiso social, una premisa ética, podríamos atrevernos a asegurar, que arroja a sus libros historias necesarias; aquello que el autor rescata de la vida cotidiana por esta necesidad última de salvar del olvido, o también establecer cierta llamada de atención, sobre una situación que puede pasar desapercibida no por el hecho en sí sino por nuestra clara disposición de ceguera -u olvido- voluntaria y buscada ante una realidad que nos resulta fácil, de la que huimos. Es justo en este apartar la mirada ante el horror o la devastación cotidiana, bien sea del amor y su desgaste en su obra anterior, como el deterioro físico o el absurdo o falta de sentido de la vida misma, donde Néstor Villazón detiene su mirada. He aquí su búsqueda del contrario: donde los demás dejan de escuchar, el autor fija su atención y busca el detalle, aquello que no vemos, ni deseamos ver?

Muchos toxicómanos se concentran el barrio de Embajadores de Madrid mientras esperan a los taxistas ilegales -los cundas- que les trasladan hasta el lugar donde pueden obtener su dosis. El autor se detiene aquí e indaga en la relación entre un cundero y su cliente, esta salvación y condena diaria de la que ambos participan, buscan, pierden, rescatan y olvidan cada mañana. No hay oscuridad alguna, solo la inevitable y dura supervivencia de lo humano, ese lugar apenas tangible que se produce a veces en toda vida a modo de grieta quedando por un momento nuestra historia suspendida en el aire. Es justo ahí donde la lúcida mirada del autor trascribe este diálogo imposible entre dos almas puras pero condenadas a un entendimiento tan absurdo como necesario. Hay algo de catarsis en la lectura y el teatro ofrece este lugar imprescindible para toda sociedad, de escucha activa y transformación, esta representación de la vida a través de la cual podemos y debemos reconocernos también en aquellas partes más difíciles de afrontar. Como bien señala Pedro Ignacio Ortega Sanz en el prólogo el teatro es un continuo acto de fe, también un acto de esperanza, un acto de caridad pues da voz al silencio y principalmente un acto de responsabilidad y compromiso, algo que demuestra, Néstor Villázon, en toda su trayectoria.

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