Hace tan solo tres días saltaba a la palestra un tuit del famoso académico y polémico Arturo Pérez-Reverte en el que aseguraba que la Real Academia Española (RAE) incorporaba al diccionario 'iros', la forma incorrecta del imperativo del verbo ir, 'idos'. Todo un varapalo para puristas que ya han tenido cancha para arremeter contra todos aquellos para los que todo vale.

Muchos se han llevado las manos a la cabeza criticando este cambio, pero no es el único. La RAE viene realizando cambios e incluyendo palabras y acepciones muy usadas en el día a día durante varios años. Muchos de estos vocablos son modificaciones de otros ya admitidos o nuevas denominaciones que surgen fruto de la expresión oral. Los tiempos cambian y con ellos la forma en la que nos comunicamos.

No obstante, desde la Academia se afirma que a pesar de que una palabra se recoja en el diccionario no significa que pertenezca a la lengua estándar y sea recomendable a día de hoy. Además, según la RAE, hay que tener en cuenta las marcas que indican si una voz es variante antigua o vulgar o dialectal, o si pertenece al nivel coloquial.

En los últimos años, algunas de las modificaciones de la Real Academia han sido motivo de estas críticas y comentarios en las redes. Te mostramos algunos de los términos admitidos por los académicos que no te dejaran indiferente:

  • Almóndiga: Se refiere a 'albóndiga'. Adaptación que surge como como consecuencia de la expresión oral.
  • Culamen, pechamen y muslamen: Palabras aceptadas para referirse al culo, pecho y muslos.
  • Asín: vulgarismo de 'así'.
  • Otubre: Como hemos comentado, algunas de estas recientes incorporaciones de la RAE surgen de la expresión oral. Es el caso de 'otubre' para referirse al mes de año, 'octubre'.
  • Ño: Diminutivo de 'señor'.
  • Tuit: Mensaje enviado a través de la red social Twitter.
  • Amigovio: Persona que mantiene con otra una relación de menor compromiso formal que un noviazgo.