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Libros

Hadas, lobos malos y niños buenos

Sheldon Cashdan analiza el papel de la literatura a través de los cuentos infantiles

Escribe Cashdan muy pronto (p.22): "? los cuentos de hadas nunca fueron pensados para los niños"? Cuando empezaron a surgir no había televisión, no había "Juego de Tronos", no había nada y las horas eran tremendamente largas, tanto que sólo un poco de imaginación conseguía disipar el tiempo de los minutos sin fin y es que la imaginación siempre ha sido la herramienta perfecta para la creación de los "mundos posibles", semióticamente hablando. Y si están plagados de los siete pecados capitales, pues mejor que mejor. La literatura, los cuentos, ayudan a sistematizar el pensamiento y, en consecuencia, a destruir el orden establecido. Las preguntas incómodas tienen esa virtud. Sheldon Cashdan (Nueva York, Estados Unidos, 1935) se centra en todo esto en La bruja debe morir y uno tiene la sensación, al final de la lectura de su ensayo, que la literatura puede salvar vidas. Y eso le reconforta: que leer sirve para algo más que para ilustrar una cena aburrida en casa de la pareja amiga recién casada.

Cashdan, que es profesor emérito en la Universidad de Amherst -donde nació Emily Dickinson: "Bueno es soñar"-, analiza los cuentos de hadas más conocidos de todos. Lo hace desde la perspectiva de su profesión (es psicólogo), pero cuando se olvida de que lo es, la lectura de su ensayo contribuye a hacer de sus lectores personas más importantes. E importante es conocer las explicaciones del funcionamiento del mundo, que no todo va a ser escuchar homilías civiles, eclesiales o criminales. Cashdan dice que los cuentos "revelan poderosos sentimientos que de otra manera podrían permanecer escondidos" (p.33). Tengo una amiga que acaba de conocer a una vecina. Le prepara fabes, pote berces? la ve delgada. "¿No será la bruja de Hansel y Gretel?", le pregunto. "No quepo en el horno. Lo he comprobado", me tranquiliza. "La muerte de la bruja representa la victoria de la virtud sobre el vicio, es un signo de que las fuerzas positivas del yo han prevalecido" (p.54) ¿Ven a qué me refiero cuando hablo de que Cashdan a veces se excede en su papel de psicólogo? Dice que los cuentos son lecturas posibles de las almas de sus lectores. Lo cierto es que no nacieron para ese destino. ¿Qué sabemos de Perrault por la lectura de sus cuentos de hadas, qué de los hermanos Grimm? ¿Fomentaban el asesinato, creían que el mundo era cosa de caníbales?? El autor de este ensayo exhaustivo analiza el comportamiento de los niños a la luz de la lectura de los cuentos de hadas. Y con decir que hay una tradición popular se libra de todo el rollo ese de la autoría, Sainte-Beuve mediante.

Los cuentos de hadas -ya lo analizó Vladímir Propp- siguen un esquema inquebrantable, pero también siguen un esquema inquebrantable los capítulos de "House M. D.", de "Big Bang Theory" o de cualquier "buddy movie" del momento. El descubrimiento de su esqueleto no es más que eso: el descubrimiento de que los cuentos de hadas siguen un prejuicio determinado.

La conclusión que alcanza Cashdan, en todo caso, es transparente. Dice que los cuentos de hadas "encauzan las flaquezas humanas y utilizan la fantasía para iluminar los problemas a los que reiteradamente se enfrentan los adultos en su búsqueda de una vida más plena" (p. 274). Quiten "cuentos de hadas" y pongan "literatura buena" y disfrutarán mejor de la lectura. Lo escribe Cashdan al final de su ensayo. Dice que la destrucción de la bruja "simplemente nos recuerda que las tendencias pecaminosas forman parte del día a día y que debemos combatirlas si queremos que nuestra vida tenga un final de cuentos de hadas". Si no queremos, el mundo es ancho y enjudioso.

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