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Entrevista

Vetusta Morla: "Nos ha tocado la lotería del cosmos"

La exitosa banda celebra la Navidad entre concierto y concierto por todo lo alto

Vetusta Morla no descansa en Navidad. Todo lo contrario, despedirán el año en un macroconcierto en el WiZink Center de Madrid el próximo día 30 de diciembre y el 3 de enero ofrecerán el que será su primer concierto de 2019, en el festival Actual de Logroño. Juanma Latorre, guitarrista y compositor de la banda, nos cuenta cómo pasan estos días de fiestas con tanto trabajo. El miembro alicantino, que se autodefine como "el más navideño del grupo", confiesa que no son muy de villancicos pero que su último disco, 'Mismo sitio, distinto lugar' habla de algo tan navideño como el anuncio de El Almendro, volver a casa.

-Las entradas para vuestro concierto del WiZink Center de Madrid ya están agotadas. ¿Os imaginabais un final de año mejor?

-La verdad es que es el mejor final para el mejor año que hemos tenido en nuestra carrera. Un concierto de aniversario de nuestro primer disco, 'Un día en el mundo', me parece una manera fantástica de cerrar el año, sobre todo teniendo en cuenta cómo se llama nuestro último álbum, 'Mismo sitio, distinto lugar'. Vamos a volver a tocar nuestro primer álbum en Madrid con un espectáculo que une el pasado y el presente y que nos hace muchísima ilusión.

-¿Qué balance hacéis de este año a punto de decir adiós?

-2018 ha sido un año increíble para nosotros. Hemos presentado nuestro último disco, que nos ha llevado a lugares increíbles, tanto desde el punto de vista geográfico como emocional. Hemos tenido ocasión de ir a América Latina de nuevo y ha sido un año de reconocimientos -nos cayó un premio Ondas y hemos estado en Las Vegas nominados a los Grammy latinos.

Pero sobre todo ha sido un año en el que hemos podido compartir nuestra emoción y nuestra idea de la música con muchísimas personas. Hicimos un concierto para 38.000 personas en La Caja Mágica en Madrid, que fue un hito, y esta gira ha batido nuestros propios récords por goleada. No esperábamos que el aumento de público fuera a ser tan grande, sobre todo en un álbum tan complicado.

-Vuestro primer concierto de 2019 será en el Actual de Logroño el 3 de enero. ¿Qué supone para vosotros este festival?

-Nos encanta. Es nuestra tercera participación en él. Nuestra primera actuación allí fue en enero de 2009 y la recordamos muchísimo porque fue muy especial. En aquel entonces estaba nuestro primer disco en plena eclosión y no dábamos crédito a todo lo que nos estaba pasando. Fue la primera vez que se nos agotaron todos los discos y camisetas que llevábamos de 'merchandising'. Además fue el primer concierto que hicimos como profesionales de la música después de dejar nuestros trabajos, así que es un festival al que tenemos muchísimo cariño y nos encanta regresar en 2019 para estrenar el año.

-Váis a andar muy ajetreados estas fiestas, ¿cómo las celebráis?

-Hacemos nuestra propia cena de empresa, la típica en la que la gente se emborracha y se deja en evidencia delante de los compañeros de trabajo (risas), nuestras chicas de la discográfica Pequeño Salto Mortal y el resto del equipo. Este año se nos ha puesto muy complicada la cosa porque tenemos tanto trabajo que el otro día estábamos hablando de hacerla después de estas fechas, así está el tema, pero eso sí, tendremos nuestra cesta de Navidad.

-Os tendréis que comer el turrón entre concierto y concierto entonces.

-Sí (risas). La parte buena que sacamos de estar currando es que podemos celebrar la Navidad con todo el equipo de la gira. Nos tenemos mucho aprecio, hemos pasado gloria y miseria juntos y al final la verdad es que en tu espacio emocional entran en la casillita de familia.

-¿Y qué hay del tema regalos?

-Somos muy monotemáticos con la música y no somos muy originales la verdad, solemos regalarnos vinilos o pequeños instrumentos. Los chicos me regalaron un guitarro hace poco, que es una guitarra pequeñita oriunda de La Mancha. Eso es modo regalazo, claro.

-¿Sois más de Reyes o de Papá Noel?

-Yo de Reyes, totalmente. Soy 'hooligan' del rey Melchor. Mi hermano dice que es el rey mago de los 'loosers', aunque yo le digo que ése es Gaspar.

-¿Quién dirías que tiene más espíritu navideño en el grupo?

-¡Probablemente sea yo! (risas).

-El título de vuestro último disco, 'Mismo sitio, distinto lugar' habla de regresar al hogar, un tema muy navideño, ¿no?

-Sí, este álbum habla de la vuelta al hogar, ¡qué hay más navideño que eso! Como aquel anuncio de El Almendro en el que volvía el marinero. No hablamos de un hogar físico o familiar, sino de un hogar más existencial o emocional, pero el concepto es el mismo. A veces necesitamos salir para apreciar lo que hay fuera para regresar a tu hogar. Narramos ese proceso, desde que te encuentras incómodo con quién eres y necesitas revisar cuál es tu esencia o estás confundiendo las cosas que son circunstanciales o de atrezzo con lo que realmente te emociona y te define hasta que emprendes una búsqueda en la que lo pones todo patas arriba para saber cuáles de esas cosas que tienes son tu hogar y cuáles son accesorios.

-Diez años después de vuestro primer disco, 'Un lugar en el mundo', ¿habéis encontrado ya vuestro lugar?

-Hemos aprendido a hacer de nuestro hogar el movimiento. No nos ha quedado otra, porque siempre estamos en movimiento, en muchos sentidos distintos, no sólo geográficamente, sino en el sentido vivencial. Y a mí eso me parece maravilloso, tenemos mucha suerte. Yo siempre digo que nos ha tocado la lotería del cosmos, porque tenemos una vida que nos permite exprimir cada día, viajar y conocer gente nueva, pero claro, eso te desancla, te produce sensación de no tener esa pertenencia. Entonces es una mezcla entre buscar dónde está esa identidad y encontrarla en el propio movimiento.

Lo más escuchado del año

-¿Cómo es vuestra playlist estos días? ¿Incluye los villancicos de Mariah Carey o Leticia Sabater?

-No (risas). No somos muy de villancicos nosotros. A mí me gusta la Navidad, me encanta la tradición de los Reyes Magos pero los villancicos no los tengo tan trabajados. Confieso que suelo escuchar villancicos 'guiris'. Hay un disco muy bonito que se llama 'This is Christmas', que es de grupos indies americanos haciendo versiones de villancicos que ese sí me lo pongo. El disco de Navidad de Phil Spector y las Ronettes o los villancicos 'old school', los de Elvis Presley, Frank Sinatra y todos esos, me motivan más que el tradicional villancico. Para otras cosas soy más tradicional ibérico pero para los villancicos no.

-¿No guardas una cinta de cassette con los villancicos de Bormujos de toda la vida para ponerla en la furgoneta?

-No, ¡esos los canta mi madre! (risas).

-Según Spotify, lo más escuchado este año ha sido el rapero canadiense Drake a nivel mundial y el reggaeton del puertorriqueño Ozuna en España. ¿Qué os parece este ranking?

-Bueno, pues son rankings de escuchas globales, que dan una pista de lo que más le gusta escuchar a la gente en ese ámbito concreto. Lo bonito de cómo funciona la música hoy en día es que se produce una fragmentación de escenarios que nos permite a cada uno tener un lugar. Antes un artista que tenía éxito aparecía en todos los medios de comunicación, sus conciertos eran mastodónticos y era el primero en las listas de ventas. Ahora ya no es así. A nosotros, nos va muy bien haciendo conciertos y aunque en el tema de 'streaming' estamos muy bien posicionados y no tenemos queja ninguna, no tenemos nada que hacer contra toda la moda 'urban', porque los chicos que escuchan toda esa música son nativos digitales, lo natural para ellos es ir a Spotify y escuchar su música en 'random', un sistema aleatorio que se produce siguiendo un algoritmo que retroalimenta determinadas tendencias.

-En España, en el número 10 se ha colado Aitana, de Operación Triunfo. ¿Qué opináis de este concurso?

La verdad es que no seguimos mucho OT. A mí me parece estupendo que haya un programa musical en televisión y que un tema nuestro, como 'Maldita dulzura', fuera interpretada por Alfred, uno de sus concursantes. Como autores de la canción nos da mucha alegría. Otra cosa es que nos sintamos más o menos cercanos al estilo que habitualmente se plantea en las producciones de OT o en el enfoque de tratar la música como una competición, pero eso ya son cuestiones secundarias. Somos muy respetuosos con todo y el hecho de que nuestra música tenga presencia ahí es para sentirnos contentos y orgullosos.

Desencanto ante las redes sociales

-No sois muy activos en las redes sociales, ¿sois más de seguir que de publicar?

-Cuando empezó todo esto llevábamos las redes sociales de manera personal nosotros todo el tiempo. Ahora delegamos la responsabilidad de que eso se haga de forma profesional y aparecemos cuando queremos contar las cosas en primera persona y desde el agradecimiento a la gente o el entusiasmo por algo que vamos a hacer.

-¿Qué os parecen que las campañas de publicidad más potentes de estas Navidades se centren en transmitir un mensaje de olvidarse de las redes sociales y pasar más tiempo con la familia y los amigos?

-No sé si es porque me he hecho mayor, pero he perdido el interés en las redes sociales y ahora el ratito que puedo estar conversando con alguien, tomando un café o leyendo un libro me agrada mucho más que estar pendiente de esas cosas. De vez en cuando pongo cosas, vivo en el siglo XXI y sé que es un canal de comunicación, pero desde mi punto de vista personal ya no es algo que me produzca entusiasmo y satisfacción, sino que es algo que tengo que hacer.

-¿Estáis en contra de las fotos de pies y de platos de comida?

-(Risas) Bueno, las redes sociales son tan hiperdemandantes de contenido que al final acabamos poniendo banalidades, no puede ser de otra manera. Si cada día hay que subir dos o tres fotos no todos los días te pasa algo que merezca la pena contar. Eso es así.

-¿Qué opináis de los 'haters'?

-Yo estaba muy ilusionado con las redes sociales, me parecían unos nuevos medios que prometían muchísimo. En aquel entonces me dedicaba al periodismo y la perspectiva de tener un altavoz que no dependiera de ningún criterio empresarial o editorial, sin ningún tipo de presión política, me parecía una gran idea. Lo que pasa es que para mí han sido una grandísima decepción. Han terminado siendo lo contrario de lo que en mi cabeza eran.

Lo que iba a ser una liberación de todo tipo de condicionantes se ha convertido en un lugar donde la gente asume todo lo que sucede sin contrastar, donde las personas proyectan lo peor de sí mismas porque no se atreven a proyectarlo en persona delante de la gente y donde nadie busca encontrarse con alguien que piensa distinto y sentarse a tratar de entenderlo y aprender, sino que cada uno va con su bandera de 'hooligan'. Se ha futbolizado la política y el twitter y seguimos a los tuiteros y a los partidos políticos como si fueran equipos de fútbol.

-Hay quienes dicen que el hecho de contar con tantos seguidores os hace dejar de ser 'indies'. ¿Se pueden agotar entradas o ser cabeza de cartel en distintos festivales y no dejar de ser 'indies', teniendo en cuenta el significado original de la palabra, o es compatible una cosa con otra?

-Depende de lo que entiendas por 'indie', claro. En mi opinión, nuestra música es más 'indie' que nunca y hacemos música más arriesgada que antes. Otra cosa es que tengamos éxito desde el punto de vista de la venta de entradas, de discos y del reconocimiento de la banda. Son cosas completamente diferentes. Hay muchísima gente que se lo está currando por ahí, que intenta hacer música accesible y comercial, y nunca llega a ser conocida, por desgracia. Y hay bandas que con millones de seguidores en el mundo y conciertos de cientos de miles de personas, como Radiohead. Reto a cualquiera a que me diga que Radiohead hace música comercial, porque hace música complejísima, muy difícil de entender. Y sin embargo ahí está.

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