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TESTIMONIO

La autopublicación, ¿una condena para el escritor?

Autores alzan la voz ante empresas que no engañan, pero, supuestamente, sí maquillan la realidad: "El problema es la letra grande del contrato"

Los autores noveles se lanzan al mundo de la autopublicación. SHUTTERSTOCK

Se ha convertido en una de las tendencias culturales del siglo XXI. El mundo de la autopublicación de libros echa humo y no es por casualidad. Cada año, cientos de escritores se lanzan a la aventura de gestionar su propio trabajo a través de empresas o incluso por sí mismos. Manuscritos que, en su mayoría, caen en el olvido y se relegan a las últimas páginas culturales de grandes centros comerciales online. ¿Hasta qué punto no está valorada la cultura en España? ¿Cuántas editoriales tradicionales publican libros de autores desconocidos? ¿Cómo se puede llegar a ser un escritor reconocido sin una trayectoria como aval?

Según un informe realizado por Libranda, Bookwire.es y la Federación de Gremios de Editores de España y recogido por el Laboratorio del Libro del Ministerio de Educación, la cuota del mercado total de la autoedición de libros está situada en un 7,9%, eso sin contar las cifras de lo que se denomina 'autoedición invisible', que haría subir el porcentaje hasta un total del 15%. "Se estima que la cuota del mercado total de la autoedición podría ascender hasta un 15%, superando el 23% en las ediciones generales: ficción, no ficción y libro infantil y juvenil", reza el texto.

Por otro lado, según el mismo laboratorio del Gobierno, de las más de 3.000 editoriales consolidadas que existían en España en 2017, 2.000 de ellas publicaron menos de 10 manuscritos al año cada una.

Porque son las pequeñas editoriales de autopublicación -la mayor parte de ellas nacidas de grandes empresas del mundillo- las que se encargan de llamar la atención del escritor novel. Promesas a todo color en ristre, captan la atención del desconocido ávido de que su primera publicación transcienda sus propias expectativas. Grandes nombres de la literatura actual, como, por ejemplo, Dolores Redondo, aun están a la espera de recibir los derechos de su primer libro tras una primera experiencia, según las palabras de la propia escritora, más que "frustrante".

"Cuando decidí publicar mi primer libro no sabía cómo hacerlo. Buscando información en web me topé con una página de un grupo editorial de autopublicación dependiente de un gran grupo editorial muy conocido", explica Galder Izarzugaza, que ya atesora tres novelas en su haber, la última 'El legado de Narmer', y que ha participado en el concurso Amazon de escritores en más de una ocasión. "Tenía cinco ofertas distintas de autopublicación, por lo que me decidí por hacerlo con ellos por la variedad. Pagué unos 600 euros por dos correcciones del formato interior, no incluía los estilos o fallos gramaticales, diseño de portada, 15 ejemplares en papel, marcapáginas, carpetas... el trato con ellos fue bastante cercano y amable, me ayudaron en todo con mis dudas, aunque visto desde lejos las cosas son distintas", añade.

Infografía: Izaskun GaraizabalPese a una buena experiencia en un primer momento, y en esencia, lo que viene después es lo peor para estos escritores. "El problema de este tipo de contratos con empresas de autopublicación no es la letra pequeña, sino la grande", asegura con vehemencia Ager Aguirre, finalista del premio Amazon de 2018 por su obra policiaca 'Póker de asesinatos'. "La primera vez que quise publicar lo intenté en editorial tradicional, pero es imposible, tienes que mandar uno o tres ejemplares maquetados y ninguna te contesta. Acabas perdiendo dinero en imprimir y enviar para nada. Decidí buscarme la vida y opté por la autopublicación. Busqué varias editoriales y elegí la que más libros publicaba por entonces, más de 300 títulos al año", explica. "Sé que el trabajo que realizan es bueno, mi libro quedó precioso, lo malo es lo que te vienen anunciando a bombo y platillo desde el principio", señala.

"Me mandaron 15 ejemplares con el pack contratado y después de eso, si quiero mis libros, los pago a precio de cliente normal"

Galder Izarzugaza - Escritor

Porque lo que es una promesa de estar en grandes superficies comerciales, se traduce en aparecer en su web y que el libro, en formato físico, no exista. "A mi me mandaron 15 ejemplares con el pack contratado y después de eso, si quiero mis libros, los pago a precio de cliente normal", asegura Izarzugaza, que después, como Aguirre, se ha decantado por el formato Amazon para publicar el resto de sus escritos."Qué más me da a mi estar en la web de 1.000 librerías si no me conoce nadie. Si no te conocen no te buscan", evidencian los dos escritores.

Finalmente, al traducir esto en dinero, todo se queda entre 1 euro y dos para el autor. "En mi primera vez decidí pedir 300 ejemplares. Cuántos más pedías más barato salía y quería poder poner un precio normal a mi libro. Te aseguran que te hacen distribución a nivel nacional, pero para esto hay que pedir mínimo 500 ejemplares, de los cuales tú te llevas 100 y 400 para la distribuidora, y en caso de que éstos no se vendan tienes que pagar para que los recojan. Si haces cálculos, entre lo que se lleva la empresa, la distribuidora, la librería... ¿a qué precio tengo que poner el libro para sacar un euro por cada uno? No me sale rentable, tiene que ser a 20 euros", recalca Aguirre.

"Desde que publiqué mis primeros libros hace dos años hasta ahora he estado en números rojos"

Ager Aguirre - Escritor

A Izarzugaza, por ejemplo, su pack de novato le impuso el precio de su libro, algo que en un inicio parece un tremendo error. "Mi libro se lanzó a 14 euros, algo caro para un autor que no conoce nadie. De esos 14 euros yo me llevo dos. Desde 2017 he vendido 75 ejemplares, todo por lo que yo he hecho, las redes y el boca a boca", dice.

En el caso de Ager la suerte estuvo de su parte, lo que provocó, que, para su segundo manuscrito, pidiera otros 300. "He vendido 40 libros, los otros 260 los tengo en cajas en mi casa", comenta con humor. "Desde que publiqué hace dos años hasta ahora he estado en números rojos. Hasta ser finalista del premio Amazon seguía perdiendo dinero por la creación de mis dos primeras novelas".

Los dos escritores reconocen que al mercado de las editoriales tradicionales es casi imposible acceder. "Si no eres nadie no quieren saber nada de ti", comentan. Porque la mítica escena en la que una editorial llama a un escritor tras recibir un borrador ya ha quedado en el olvido. Más allá, plataformas de autopublicación se nutren de grandes escritores y también de todo tipo de manuscritos que, probablemente, no deberían haber salido a la luz. "En Amazon cualquiera puede publicar, como si publicas un libro en blanco", señala Aguirre.

Ambos han optado por las opciones gratuitas del gigante de las ventas. Con Amazon, escribes, editas, montas, creas tu portada y, en definitiva, todo el libro, para luego utilizar la plataforma como lo que es, un contenedor desde donde el lector puede comprar. Gratis para el escritor, la empresa se encarga de imprimir los ejemplares de papel y enviar un beneficia al mismo. Los ejemplares para éste, a precio reducido. "Te lo tienes que hacer todo, pero estás en el mismo lugar que si pagas a una empresa y por lo menos recibes algo de beneficio", comentan ambos escritores, que además matizan que "ganar dinero con nuestros libros no es nuestro objetivo".

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