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Entrevista a la periodista y escritora

Elene Lizarralde: "Hay mujeres que son fuente de inspiración"

La ideóloga del mítico 'Club Megatrix' lanza 'El silencio de Clara Lyndon', libro en el que rescata la historia de las mujeres raquetistas

La periodista y escritora, Elene Lizarralde. Miriam Cos

Su trayectoria periodística comenzó en 1982 de casualidad, aunque lo cierto es que Elene Lizarralde (San Sebastián, 1961) ha dado más que vueltas en esto del mundo laboral. Ideóloga del mítico 'Club Megatrix', desde 2007 se dedica al ejercicio de escribir. Tras guiones, cuentos y un blog, hablemosdoctos, donde se adentra en el mundo de la enfermedad, ahora, la donostiarra lanza la novela 'El silencio de Clara Lyndon', en la que desgrana 13 historias de mujeres raquetistas de distintos puntos de España.

Algo que también le llegó de casualidad y que le ha puesto en la casilla de salida para convertirse en esa persona que da voz a aquellas féminas que se pueden considerar un ejemplo. Una novela de feminismo, compañerismo y amistad donde la escritora no cuenta las intimidades de estas mujeres, pero sí sus carreras como deportistas en un momento de la historia muy complicado.

Elene Lizarralde se enfrenta a la 'Lluvia de tags./ Vídeo: Miriam Cos

- Habla de las mujeres raquetistas en su libro, ¿qué es lo que más le ha sorprendido de esta historia? ¿Cómo llegó hasta ella?

- Cuando conocí a estas mujeres yo trabajaba en Antena 3. Hablaba todos los días con mi madre, que vivía en San Sebastián. Ella se encontraba por las tardes siempre con distintos grupos de amigas, y aquel día le pregunté con quién iba a estar y me dijo que con las raquetistas. Nunca había oído hablar de ellas y tiempo después, cuando llegó el momento pensé en buscarlas, conocerlas y saber más de su historia. Me encontré con unas mujeres que habían sido deportistas, jugando en frontones de toda España a partir de los 14 años, habían dejado todo atrás para lanzarse a una aventura que les había dado la posibilidad de tener un sustento en una época en la que las mujeres, salvo servir en alguna casa o fregar, poco más podían hacer si no eran de familias con posibilidades para que les pagaran una carrera.

Todas sus historias son sorprendentes. Fueron 13 de diferentes orígenes. Algunas eran de Eibar, Donosti, Madrid, Salamanca, Valencia... la verdad es que cada historia tiene su valor porque demostraron ser personas muy luchadoras, ya que el frontón y la pelota se convirtieron en su vida y fueron maravillosas deportistas no solo en la cancha sino también en lo que era su relación de amistad entre ellas. Había un compañerismo que lo trascendía todo, eso me llamó mucho la atención. Cada historia concreta es increíble pero no está recogida en el libro, sí todo el ambiente, pero las historias personales las he respetado y las he dejado en la intimidad.

- Un libro de una mujer sobre una historia de mujeres desconocida... ¿hace falta que más hombres escriban sobre mujeres?

- Con que nos conozcamos hombres y mujeres es suficiente, no pienso en eso. Lo del conocimiento sí que lo pienso. ¿Yo podría escribir sobre hombres? Podría, pero no con la misma fidelidad que yo puedo escribir de las mujeres porque es lo que soy y es lo que conozco más íntimamente.

"Yo llegué a la televisión de chiripa, por mi madre. Hasta que no empecé con esta novela y con el blog no me sentí periodista"

Elene Lizarralde - Escritora y periodista

- En cuanto a las mujeres en la historia, ¿qué queda por hacer?

- Hay muchísimas mujeres que todavía deben ser reconocidas porque pueden ser fuente de inspiración. A estas las conocí, se ganaron mi respeto, pero sobre todo mi admiración, porque fueron mujeres que tuvieron que salvar muchas dificultades en momentos muy duros y piensas que si ellas pudieron por qué yo no. Está muy bien rescatar este tipo de historias precisamente para eso. A veces, conociendo la vida de otras personas te sientes ilusionado y esperanzado en que tú puedas abordar tus propias dificultades.

Enfermedad

- Directora de programas infantiles en A3, Megatrix, ¿ha cambiado mucho el consumo infantil en televisión?

- La vida ha cambiado. Desde que yo entré en ETB, cuando se empezaba a abrir el abanico de las televisiones privadas a ahora... ves televisión en cualquier soporte y cualquiera hace televisión. Creo que cuanta más oferta haya, mejor, y los padres debemos ser capaces de elegir eso que queremos para nuestros hijos, que a lo mejor no es lo mismo lo que tú quieres para el tuyo que yo para el mío, pero saber lo que quieres es muy importante. Ya sea a través de medios digitales o televisiones privadas y públicas, tenemos que tener muy clara la influencia que los medios tenemos en la educación de los niños. Es algo atroz.

Elene Lizarralde habla del mundo de la comunicación./ Vídeo: Miriam Cos

- Cuando en 2007 terminó su camino por la televisión, ¿qué fue lo primero que pensó?

- Que iba a escribir. Mi familia pensó que me flipaba (risas) y sí, escribí un guion de cine, cuentos... hice muchas cosas. Por dificultades personales me vi, al final, abocada a escribir porque era lo único que podía hacer entre cuatro paredes. Debió ser el karma, pero lo conseguí.

- Dice que en 'Hablemos doctor' se ha sentido realmente periodista, ¿por qué?

- Yo llegué a la televisión de chiripa, por mi madre. Por entonces estudiaba filología vasca y se necesitaban personas que hablaran euskera con fluidez para la cadena pública. Realmente nunca me sentí periodista. Yo siento mucho respeto hacia esta profesión... traducir teletipos o escribir guiones de mi invención para formatos que yo misma he creado no es lo mismo que ser periodista. He llegado a ello con las entrevistas a las raquetistas y sobre todo con el blog, donde he tenido que investigar en temas sobre enfermedades y conocer a gente con una profundidad que va más allá, que trasciende.

- ¿El blog es una forma de sobrellevar los momentos malos?

- No, en esos momentos te das cuenta que vivimos siempre de espaldas a eso tan feo que nos parece que es la enfermedad y de la misma forma que yo con la novela he dado a conocer a estas mujeres, con el blog quiero que se normalice la enfermedad en el día a día de las personas y que los que no padecemos ninguna tengamos en cuenta a los que sí y ese dolor con el que viven y el sufrimiento que tienen que superar cada día. Están ahí, intentamos ignorarlo y hay que normalizar la enfermedad y la muerte, porque es con lo que convivimos cada día.

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