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Festival de Cine de San Sebastián

Costa-Gavras: "Necesitamos políticos coherentes como Varoufakis"

Charlamos con el director de cine, que se atreve a llevar a la gran pantalla la trágica historia del rescate griego escrita por el exministro de Finanzas y analizamos la situación del país heleno con un economista

Costa-Gavras acaba de recibir el Premio Donostia. Zinemaldi

"Todas las películas son políticas", advierte Costa-Gavras (Atenas, 1933), momentos antes de recoger el primer premio Donostia en el Festival de Cine de San Sebastián. A sus 86 años, este 'gentleman' de origen griego reconoce que la política ha marcado su vida y también su carrera cinematográfica.

Hijo de un funcionario de Hacienda que formó parte de la resistencia contra la ocupación nazi, no consiguió el certificado de acceso a la universidad porque su padre fue encarcelado, acusado de comunista, tras la Guerra Civil griega (1943-1945). Tampoco pudo conseguir el visado para entrar en Estados Unidos, pues estaba prohibido el acceso a todos los acusados de ser comunistas y a sus familiares, por lo que emigró a Francia, donde terminó licenciándose en Literatura por la Sorbona, antes de realizar sus estudios de cinematografía en el IDHEC.

Presidente de la Cinemateca Francesa desde 2007, en su filmografía nunca ha ocultado su compromiso político y aunque 'a priori' pueda parecer que el séptimo arte esté reñido con la política, con esta 'receta' Gavras consiguió derribar los infranqueables muros de Estados Unidos y llegar hasta la 'cocina' de la industria de Hollywood. De la mano de 'Z', un thriller sobre las intrigas del poder -protagonizado por Yves Montand y Jean-Louis Trintignant-, ganó dos Oscar en 1969. Más tarde rodaría la búsqueda de Jack Lemmon para hallar a su hijo desaparecido en el golpe de Estado de Chile en 'Desaparecido' (Missing') o la acérrima lucha de Jessica Lange para defender a su padre, acusado de crímenes de guerra en 'La caja de música'.

Gavras consiguió derribar los infranqueables muros de Estados Unidos y llegar hasta la 'cocina' de la industria de Hollywood

"Todo eso, ahora, sería impensable de rodar con la situación actual de EE.UU.", asegura desde su suite del Hotel María Cristina, donde nos concede una entrevista para hablar de su carrera y de su última película, 'Comportarse como adultos' ('Adults in the room'), un relato sobre las maniobras políticas que forzaron, en 2015, el rescate griego desde la troika europea y el FMI. Basándose en las memorias del exministro de Finanzas griego Yanis Varoufakis, Gavras muestra la encrucijada en la que se vio arrinconado el gobierno de izquierdas liderado por el primer ministro Alexis Tsipras.

Trailer de la película 'Comportarse como adultos'.YouTube

A pesar de que el espectador conoce ya de por sí las consecuencias de ese rescate, el filme juega con "el suspense y la ironía" como ingredientes fundamentales para hacer más atractiva la última tragedia griega. "Me parece muy pedagógica y es muy posible que pida a mis alumnos de primero de carrera que vean esta película e incluso que lean el libro en el que se basa, puesto que se manejan términos e ideas básicas pero que explican muy bien qué supone el endeudamiento de un país y la complicada manera de salir de esa situación", nos cuenta el profesor de Economía Jon Mikel Zabala al finalizar la proyección de la película.

En su opinión, la historia refleja muy bien los estrictos protocolos con los que funciona la Unión Europea y hace alusión a las arduas negociaciones y las duras presiones que lideró Alemania para obligar a Grecia a firmar una inhumana carta de ajustes si no quería salir de la UE. Ése fue el detonante de la dimisión de Varoufakis, cinco meses después de acceder al cargo. "Se veía a la legua que era un 'outsider' y que no iba a tener mucho futuro. ¿Un profesor universitario en política?", ríe. "Tenía muchos conocimientos en la materia, pero desconocía el funcionamiento de las instituciones políticas y jugaba con desventaja", apostilla.

"Se veía a la legua que Varoufakis era un 'outsider'. ¿Un profesor universitario en política?" - Jon Mikel Zabala, profesor de Economía"

Sin embargo, parece que ahora, después de esta mala experiencia, pero experiencia al fin y al cabo, este catedrático en Economía no quiere abandonar la esfera política. Cofundador del DiEM25, el movimiento paneuropeo por la democratización de las instituciones europeas desde la izquierda, lidera el MeRA25, el Frente Europeo de Desobediencia Realista, partido con el que se presentó como candidato a dirigir el país heleno en las últimas elecciones generales.

"No es un héroe, no es Superman", precisa Gavras, pero alaba su integridad y su intento de ser fiel a sus principios. "En la vida no necesitamos héroes, sino políticos coherentes como él. Todos se han quedado en Grecia y él se ha ido. Así, el país puede hacer lo que le dicta Europa", enfatiza.

El realizador griego nunca ha abandonado el cine político. Gari Garaialde

La factura del rescate

Paradójicamente, casi una década después de su primer rescate, Grecia sigue pagando la factura, sumida en una agonizante crisis y Tsipras, que ha pedido ya hasta tres chalecos salvavidas, incumpliendo muchas de sus promesas al frente del Gobierno, ha sido hundido finalmente en las urnas. En las últimas elecciones generales, celebradas en el mes de julio, su partido, Syriza, cayó, dando paso al partido de centro-derecha Nueva Democracia, liderado por Kyriakos Mitsotakis, que obtuvo mayoría absoluta con el 40% de los votos.

Para cumplir con los objetivos fiscales impuestos por los acreedores europeos, Grecia ha tenido que aplicar unas restrictivas políticas de austeridad y realizar grandes recortes, que han afectado a los más desprotegidos, pero también a la clase media, que ha resultado la más vapuleada durante este proceso, pues ha cargado sobre sus espaldas la subida de los impuestos.

La economía griega creció en 1,9% en 2018 y el superávit primario superó el 3,5% exigido por las instituciones europeas

Así las cosas, las cifras muestran que la economía griega creció un 1,9% en 2018 en lugar de contraerse y que el superávit primario, que excluye el pago de intereses de la deuda, superó el 3,5% exigido por las instituciones europeas, situándose el año pasado en el 4,4% del PIB, cinco décimas por encima de los resultados de 2017.

Sin embargo, los indicadores que rigen los mercados financieros distan mucho de la realidad de los ciudadanos griegos. El desempleo ha logrado descender de los límites del 28% que alcanzó en 2013, pero se ha cronificado en el 18%. Uno de cada tres parados no tienen empleo desde hace más de cuatro años. Las condiciones laborales se han precarizado hasta el punto de que el 59,3% de los trabajadores cobra menos de mil euros brutos mensuales y el 25,3%, incluso, no llega siquiera a los 500 euros.

Costa-Gavras con el reparto de 'Comportarse como adultos'. Montse Castillo

Testigo de esta realidad, Gavras lamenta que la mitad de los jóvenes griegos no tienen trabajo y emigran ante la falta de perspectivas en su país. "¿Cómo vamos a salir de la crisis si seguimos pagando intereses enormes por la deuda? Pero claro, como no hablamos de Grecia, parece que ya se ha solucionado todo", denuncia.

Un futuro de cohesión en Europa

A pesar de todo, Costa-Gavras sigue creyendo en Europa. "No nos queda otra que seguir confiando en los políticos. Votamos y tenemos una responsabilidad. Nos gusta escuchar sus promesas y cuando no cumplen les seguimos votando. Mantenemos una relación 'cuasi' religiosa con ellos", critica, aludiendo a las incongruencias de cada uno.

Las cosas han cambiado mucho en el continente europeo desde la primera vez que entró en Francia. "Nos hemos dado cuenta de que la vida es mejor sin fronteras", explica, aunque es consciente del drama de los refugiados que naufragan en aguas europeas, como ya nos hizo ver en 'Edén al Oeste', una bella fábula sobre la migración. "Los sicilianos dicen que no comen pescado porque se alimenta de la carne humana de los naufragios. ¡Son humanos, no podemos tratarlos como animales!", subraya.

"No puedo sentirme europeo con presidentes como Juncker o Barroso. No hemos construido la Europa que esperábamos", Costa-Gavras

Y se cuestiona qué significa ser europeo. "Yo no puedo sentirme europeo con presidentes como Juncker o Barroso. Me siento bien con otros ciudadanos europeos, pero aunque viajamos o tenemos una moneda común, la cultura no funciona como debería, ni la pedagogía, ni tampoco las medidas sociales. No hemos construido la Europa que esperábamos", lamenta, y apela a la necesidad de una verdadera cohesión. "A los europeos nos irá mejor unidos. Y creo que Reino Unido, que siempre ha sido distinto pero ahora se da cuenta de que no puede serlo tanto, acabará celebrando otro referéndum para quedarse", pronostica.

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