El tenor español Plácido Domingo recibió este domingo una cálida ovación en la Ópera de Zúrich (Suiza) con su encarnación de Nabucco en la ópera homónima de Verdi, un papel con el que regresa a los escenarios de Europa tras dos meses complicados en EEUU por las acusaciones de acoso sexual en su contra.

Domingo, que en las últimas semanas vio como perdía el cargo de director general de la Ópera de Los Ángeles y era vetado en varios teatros norteamericanos, fue este domingo arropado por el público que desde distintos países se dio cita en la ciudad suiza y le dedicó un largo aplauso al final de la representación.

Gritos de "bravo" acompañaron a los saludos finales del español, quien mostró un buen estado de ánimo y voz y derrochó emociones en el papel del rey babilonio que, creyéndose un dios, se vuelve loco pero recupera la cordura al término de la obra.

El público esperó a Domingo al final de la velada para la tradicional firma de autógrafos, y algunos venidos de muy lejos, como la empleada bancaria Lan Xiao, quien dijo haber viajado desde China para poder ver al tenor.

"Es una inspiración para mucha gente, ha ayudado a los jóvenes de mi generación, y no creo ninguna de las acusaciones que le han lanzado", señaló a Efe.

El español fue acusado en agosto por una veintena de mujeres que le señalaron por diferentes casos de presunto acoso y abuso sexual en una investigación periodística de la agencia The Associated Press.

Mientras continúan sus problemas en Estados Unidos, los teatros europeos mantienen sus compromisos con el español, quien en principio tiene programado actuar en Moscú el próximo jueves, 17 de octubre, y en Viena los días 25 y 28, donde interpretará el papel protagonista de "Macbeth".