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Una influencer pionera en el siglo XVIII

Sophie von La Roche, escritora y salonière

Una influencer pionera en el siglo XVIII

En el invierno de 1730 nacía en Baviera la escritora Sophie von La Roche, figura clave en las letras alemanas que pertenece, sin embargo, a ese grupo de mujeres a las que la historia de la literatura occidental se ha empeñado en negar la canonicidad necesaria para codearse con los grandes autores masculinos que les fueron contemporáneos, como Goethe o Schiller, pese a que su importancia e influencia no necesitan justificación alguna.

Su vida estuvo ligada, inevitable y afortunadamente, a la literatura. Abuela de Clemens y Bettina Brentano (posteriormente Von Arnim por el matrimonio de esta última con el conocido autor), el clan La Roche-Brentano fue una de las grandes referencias en la vida cultural de aquellos tiempos. También creó la revista "Pomona für Teutschlands Töchter", que, a diferencia de otras publicaciones para mujeres, ofrecía a sus lectoras textos filosóficos, literarios y formativos. Se dice que incluso la por aquel entonces emperatriz de Rusia, Catalina la Grande, conocida por su interés en los postulados de la Ilustración y por su labor como mecenas, se interesó en esa publicación y quiso que las mujeres de su corte tuvieran acceso a ella.

Se convirtió, así mismo, en una destacada e influyente salonière al decidir fundar un salón literario en Ehrenbreitstein, por el cual se dejaron ver figuras tan célebres del mundo intelectual germano como Wieland, Lavater y un jovencísimo y admirado Goethe, quien la tomó como referente para la creación de su archiconocido Werther.

Pero quizás, de entre todos los esfuerzos que Sophie hizo para intentar acercar la educación a las mujeres de aquella época, el que más haya que destacar sea la decisión de ganarse la vida como escritora. Emprendió numerosos periplos por toda Europa, los cuales le permitieron redactar los primeros cuadernos de viajes firmados con pluma femenina, y, décadas antes de que las grandes novelistas europeas como Jane Austen o las Brontë comenzasen siquiera a escribir sus obras, ella ya había publicado en el año 1771 su novela Die Geschichte des Fräuleins von Sternheim ( La historia de la señorita von Sternheim) de la cual, lamentablemente, no existe traducción al castellano, aunque sí al inglés y al francés. Sophie von La Roche se convirtió así en la primera mujer que redactó una obra de estas características en lengua alemana y una de las primeras en toda Europa.

Su faceta como autora y su amor por la literatura no pueden ser abordados, sin embargo, sin tener en cuenta su interés y compromiso con la posición de la mujer en la sociedad. En pleno siglo de las luces, cuando la Ilustración se negaba a iluminar la esfera privada a la que se relegó a la mujer, La Roche plantea en su novela un doble ideal femenino por oposición: contra la mujer tradicional, como sujeto pasivo, plantea un nuevo ideal de mujer independiente que posteriormente será secundado por otras voces feministas como las de Olympe de Gouges o Mary Wollstonecraft. La Roche defiende a ultranza el derecho a la individualidad y a la educación y pugna por la descentralización del amor romántico como única meta del sexo femenino.

Parafraseando a Virginia Woolf, "anónimo" fue, en demasiadas ocasiones, nombre de mujer. Sophie von la Roche es una de tantas plumas femeninas pioneras que, no solo en la literatura en lengua alemana si no en la europea en general, han permanecido en la sombra. Días como el 8 de marzo deberían servir para recordar a todas ellas, para reconocer lo que, pese a las circunstancias que les tocó vivir, hicieron por los derechos de las mujeres a través de su escritura y para reclamar y devolverles la posición que les corresponde, sin ningún tipo de duda, en la historia de la literatura.

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