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POESÍA

La escritura de la resistencia

Rescate a medianoche reúne los poemas más políticos de la norteamericana Adrienne Rich

La escritura de la resistencia

La poesía de Adrienne Rich (1929-2012) está, en lo que toca a su difusión, en un momento dulce en España. A las antologías de su obra editadas por Renacimiento (2002) y Visor (2003) se ha sumado en los dos últimos años la publicación de El sueño de una lengua común (sextopiso, 2019) y este Rescate a medianoche, poemarios que vieron la luz en inglés en 1978 y 1999, respectivamente. Ensayista, además de poeta, Rich es una de las voces más personales de la poesía estadounidense de la segunda mitad del siglo XX, en la medida en que logra aunar con éxito lo engagé y la reflexión lírica, sin propulsar su militancia política y feminista, y su defensa del lesbianismo como algo más que una opción sexual, al precio de convertir sus versos en un panfleto. Rich funde con asombrosa facilidad su alma de activista en poemas que jamás pierden su condición de artefactos lingüísticos autónomos, herederos de ciertas escrituras del Modernism ( Marianne Moore, H. D.) recanalizadas, a partir de la década de 1960, por la lectura de los poetas de la Generación Beat y la escuela confesional ( Plath, Sexton, Olds). El resultado de esta fusión es una obra formalmente adscrita al vanguardismo (rudos encabalgamientos, yuxtaposiciones, rupturas del discurso, mezcla de verso y prosa, ausencia de puntuación) en la que, sin embargo, la voz habla con prístina claridad de todo lo que le importa a su autora (que en Rich es, casi siempre, la persona poética).

Durante la composición de Rescate a medianoche, que reúne material escrito entre 1995 y 1998, el curso literario y político de la norteamericana se encontraba en un punto particularmente alto, tras el impacto de su colección anterior, Un atlas del mundo difícil (1991), y su decisión de rechazar en 1997 la Medalla Nacional de las Artes, en protesta por las "cínicas políticas" de la Administración Clinton, que juzgó "incompatibles" con el "significado mismo del arte". (De igual modo, en la década anterior, Rich había sido una fustigadora implacable del reaganismo.) Quizá por eso el libro incluya algunos de sus poemas más vinculados a la idea de resistencia, aquí encarnada en las figuras de Renè Char, Osip Mandelstam o la fotógrafa mexicana Tina Modotti. El poema sobre Char, entreverado de extractos de Hojas de Hipnos, el diario que el poeta escribió cuando era comandante de la Resistencia francesa, es de los mejores del volumen, y en él Rich se inquiere acerca de la legitimación de la violencia como forma de lucha, incluso en tiempo de guerra. En cambio, "Una larga conversación", donde el poeta ruso comparece, acaba lastrado por su extensión y por el excesivo peso que en él adquiere la prosa ensayística, pese a que su forma fragmentaria nos permita leerlo despiezado y disfrutar, aisladamente, de algunos tramos; así, la "cancioncilla" de la página 139: "esto es / para ti que te quedaste / (?) pagaste nuestra fianza y te esfumaste". Pero seguramente el poema más conseguido del libro sea "Siete pieles", en el que Rich describe su relación con un soldado parapléjico, Vic Greenberg, y en cuya tercera y última sección fantasea con un encuentro sexual entre ambos: "cuál de mis miedos se habría enredado / con cuál de los tuyos - lo habríamos soportado - la desnudez / sin esperma - en qué convulsión / insurrecta lo habríamos hecho". Aquí, como en otras composiciones de Rescate a medianoche, la estadounidense se vale de una persona real para reflexionar sobre la dureza de algunas experiencias y el modo de superarlas, a partir de una cita de Charles Olson ("¿te puedes permitir no hacer / el estudio mágico / que es la felicidad?") traída de Rimbaud e inserta en otro de los poemas más interesantes de la serie, "Camino real" (titulado también así en inglés), donde concluye que "la felicidad no está hecha para / desconfiar ni malgastarla / aunque fermente en el dolor".

La versión de Natalia Carbajosa es merecedora de elogios en su conjunto, aunque pueda discreparse con razón de algunas de sus decisiones, como cuando traduce el verbo "sheltering" (pág. 22) por "esconder", en vez de por "refugiar" o "proteger", o la expresión "which is part of the work" (pág. 30) por "de obligado cumplimiento". Tampoco ayuda mucho que en la página 21 vierta "with Gramsci's fast-fading eyes" como "con los ojos que iban perdiendo lustre de Gramsci". Algunas erratas (págs. 9, 39, 105 y 137) delatan lo que a primera vista parece una revisión poco cuidadosa, o hecha con escaso tiempo, de su trabajo. Pero son pequeños lunares, no manchas, y la traslación al castellano de los fluctuantes ritmos del original inglés es casi siempre impecable.

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