El escritor y periodista Lluís Llort, ganador el pasado diciembre de la primera edición del premio ‘Paco Camarasa’, recrea una situación apocalíptica en Estados Unidos en su nueva novela ‘Temps mort’, donde considera que refleja su sensación de que «como sociedad no evolucionamos en todo».

Llort, que así firma sus libros y que participa en el festival BCNegra, indicado que la idea de esta historia nace, en cierta manera, de haber visto hace ya muchos años la película The Omega Man, protagonizada por Charlton Heston y basada en la novela de Richard Matheson ‘Soy leyenda’, y de «ese concepto de poder dejar a un hombre solo en el mundo haciendo lo que le dé la gana».

En su nuevo relato, publicado por crims.cat, el autor barcelonés crea al personaje de Robert Camp, un hombre de 34 años a quien un día le comunican que acaba de recibir una herencia de una tía que vivía en América, Raimunda Besalú, a la que ni siquiera conocía, lo que le lleva a gastar todo su dinero para poder viajar hasta Nueva Orleans, donde será propietario de una aislada mansión.

De la mano de este peculiar protagonista, el lector se adentrará por los sótanos de esta casa, por sus pasillos y por un desván en el que se encuentran apilados diversos objetos.

¿Qué sucedería si pudiéramos meternos en la cabeza de Alan Turing? Considerado uno de los padres de la ciencia de la computación, Alan Turing fue sometido a un régimen de inyecciones hormonales tras ser declarado culpable de «actos indecentes» con otro hombre y dos años después murió envenenado, probablemente por sí mismo. ‘Murmullo’ de Will Eaves (Alba Editorial) narra este episodio a través de la figura de Alec Pryor.

‘Murmullo’ parte de esta premisa. Pryor -como Turing, matemático, lógico, informático, criptógrafo, filósofo, y corredor de ultradistancia-, uno de los padres de la ciencia de la computación, consiguió descifrar los códigos secretos nazis en la Segunda Guerra Mundial, aunque luego fue perseguido por el gobierno británico por cometer «actos indecentes con otro hombre» y obligado a someterse a un proceso de castración química.

Situada en el desolador período que precedió a su suicidio y recreando las sesiones de Turing con el psiquiatra jungiano Franz Greenbaum (convertido aquí en el personaje de Stallbrook, antiguo maestro del protagonista), la novela recrea una vida excepcional, las grandezas y miserias del amor y los dilemas de la naturaleza de la conciencia.