El arte realista con “una raíz expresionista” del pintor alemán Christopher Lehmpfuhl se expone por primera vez en España en el Museo Würth La Rioja, donde, hasta el 30 de enero de 2022, cuelgan de sus paredes 59 obras de gran formato, pintadas con las manos de este artista en los propios espacios representados.

    La exposición, titulada 'Pathos. Christopher Lehmpfuhl en la Colección Würth', parte de que el empresario Reinhold Würth es uno de los principales coleccionistas de la obra de este pintor, ha afirmado a Efe la coordinadora cultural de este museo riojano, Carmen Palacios. Esta muestra itinerante ya ha estado colgada en el Museo Würth de Alemania, de tal forma que las dependencias del de La Rioja son las segundas en albergarla.

    Las casi 60 piezas que conforman esta muestra no son todas las que incluye la colección Würth, cuyo fondo “es lo suficientemente extenso como para poder generar una narrativa que explica la trayectoria artística de Lehmpfuhl en los últimos 25 años”, ha señalado.

    Respecto a por qué no se ha expuesto antes la obra de este artista en España, ha indicado que “su propia trayectoria lo ha vinculado a movimientos artísticos que tienen mucha presencia en Alemania y, quizá, ese carácter de divulgación local ha hecho que haya sido más difícil para él exponer de forma internacional”. “Por fortuna, somos los primeros en mostrar su obra en España y que esto suceda en La Rioja no deja de ser una suerte para todos”, ha resaltado Palacios, quien ha añadido que este proyecto supone “la posibilidad de mostrar a un artista muy conocido en el sur de Europa y enseñar una técnica artística que está enraizada en la propia historia del arte”.

    Los referentes artísticos de este pintor, nacido en Berlín en 1972, “no hay que buscarlos solo en el arte contemporáneo”, sino que es posible retrotraerse “al impresionismo e, incluso, al expresionismo alemán”, ha afirmado. Este artista, ha proseguido, “no solo representa el paisaje, sino también su propia emoción en el momento en que está creando ese paisaje, hasta tal punto que, desde los inicios de su carrera, decidió dejar de utilizar materiales pictóricos para pintar con la mano y mezcla los colores directamente sobre la superficie del lienzo en fresco”.

    Quienes accedan a la primera planta de esta exposición, encontrarán que esta se abre con “una de las series más importantes que ha hecho Lehmpfuhl en los últimos diez años y que es la más extensa de todo su ‘corpus’ artístico”, dedicada a la deconstrucción de “un espacio emblemático en el centro de Berlín, como es la plaza del Palacio”, ha apuntado.

    Ha resaltado que esta muestra continúa en la planta baja del museo, en la que se ha buscado que “los visitantes no solo tuvieran esa idea del pintor urbano, sino del pintor naturalista, que se va a buscar la grandeza de los paisajes más primarios y auténticos posibles y que intenta llevar la realidad de esos paisajes” a sus cuadros. Este artista “también es heredero de la pintura de viajes, que fue muy popular, sobre todo, a finales del siglo XIX”, como ejemplifica que la muestra reúne obras pintadas, por ejemplo, en las islas de Helgoland, en los Alpes a menos 20 grados de temperatura; y en Islandia en condiciones “durísimas”, ha precisado.

    Su forma de pintar “cambia en función de las condiciones”, y, como explica el propio artista, ha recordado Palacios, “la pintura en verano es muy líquida y, a menos de 20 grados, tiene una consistencia que se parece a la del helado”, entonces, “es distinta la manera de desarrollar su proceso pictórico en función de las condiciones reales que le están afectando a él y que supeditan el resultado de la pintura”.

    Ha concretado que, además de las pinturas de gran tamaño, esta exposición cuenta con la proyección de tres documentales cortos sobre su proceso de creación: uno acerca de la serie de la plaza del Palacio y dos más sobre un proyecto en Islandia y otro en las islas de Helgoland. “Nos parecía que era importante darle valor al proceso de creación artística", ha dicho, y "los documentales aportan precisamente eso: ver a este artista en un acantilado al lado de una tormenta da una buena imagen de la dificultad del proceso creativo que conlleva cada una de las obras que forman parte de la muestra”.

    Pero las proyecciones audiovisuales no son los únicos elementos que el visitante encontrará junto a los cuadros, ya que también hay objetos personales de Lehmpfuhl utilizados durante la producción de sus obras, como una chaqueta llena de pintura y una bolsa con tubos de pintura. “Es un artista -ha subrayado- que no pinta con pincel, pinta con el cuerpo, y todo su cuerpo y lo que lleva encima, de alguna manera, forma parte de las obras de arte”, por lo que “hablamos con él y nos hizo un pequeño catálogo de una serie de objetos que tenía en el estudio afectados por su manera de pintar”.