El gallego Xoel López vuelve a los escenarios con su disco más reciente y su primera parada será en el MaF, aperitivo del Festival de Málaga.

-En plena pandemia, le pudo el impulso creativo y publicó su disco, 'Si mi rayo te alcanzara'...

-Nos surgió el dilema de qué hacer, pero sobre todo antepusimos la necesidad artística, la realidad de por qué tú haces canciones y las quieres sacar. No tiene ningún sentido artístico sacar una canción que es fresca y con la que te identificas y tienes ganas de compartir dos años después. Y también pensé en la gente que nos sigue. Me puse en el lugar de un seguidor, estas en un año especialmente jodido y si encima el artista que te gusta no saca su disco, lo hace todo un poco más gris todavía. Pensamos que era nuestra pequeña aportación de color a un año tan complejo.

-Y con un título que sé que es anterior a la pandemia pero muy premonitorio.

-Tenía el título ya en febrero y dudé porque vi que igual tenía una connotación que no estaba pensada, incluso pasa con muchas letras del disco. Cuando sacamos Tigre de bengala, mucha gente pensaba que estaba escrita en el contexto de la pandemia y nada que ver. Es verdad que en la vida siempre hubo riesgos, problemas, cosas que no queremos y cosas de la que salvarse y de las que luchar. Al final todo es cómo lo vemos, con Tigre de bengala pasó algo curioso, funcionó muy bien pero casualmente, porque la gente la usó en el sentido de vitalidad, de grito de guerra.

-Curioso.

-Eso me hizo pensar que muchas canciones de la historia de la música tuvieron la suerte o no de dar con el contexto adecuado. Por ejemplo, si [Bob] Dylan hubiera sacado 'The times they are a-changin’ cinco años antes igual no se hubiera comido un rosco. Es muy importante el contexto y la trascendencia que le da el propio público. Siempre es el oyente el que hace que una canción sea más o menos grande.

-¿También cree que uno compone una canción pero cuando la publica deja de pertenecerle?

-Es como una semilla que tú lanzas. Algunas germinan, algunas crecen, otras no, otras se quedan pachuchas, otras dan un árbol increíble, otras las coge alguien y las pone en un sitio que nunca hubieras imaginado...

-Xoel López siempre busca cosas nuevas en cada disco, ¿tiene que ver con su inquietud personal?

-Es una forma de estar en la vida, de ser, y tiene que ver con divertirme, con no perder esa gracia, con que solo se vive una vez y cuantas más vidas musicales pueda tener, mejor…

-Es la primera vez que delega la producción, ¿tiene que ver con la madurez?

-Hace 7 años volví de Buenos Aires y fui poco a poco cogiendo músicos que se fueron adaptando y llevo un par de años con la sensación de que tengo la mejor banda de mi vida. Hemos creado algo más familiar, de piña, de grupo y esto me afectó mucho para delegar, tener gente en la que confiar. También me permitía centrarme en la composición y la interpretación, ya no solo quería componer y producir.

-Dos de sus canciones han sido incluidas en la serie El desorden que dejas. ¿Qué le ha supuesto?

-He notado que subieron mucho las escuchas pero en los conciertos aún no se puede plasmar. Para un artista de mis características, estas cosas son regalos, una cosa con la que no cuentas. Es muy bonito ver el potencial real de tus canciones. Claramente estas dos canciones no me parece que sean las mejores de mi carrera, te das cuenta de la importancia de la promoción y las oportunidades.

-Usted viene de la escena independiente pero, ¿qué es la escena independiente hoy?

-Por suerte, los límites se han difuminado. Yo siempre abogué por escenas que se den la mano, establezcan puentes y se difuminen. Al final, la música no es algo tan segmentado. Yo siempre he sido muy transversal en todos los sentidos.

-No es un cantante de masas aunque tenga su público fiel pero, ¿se siente recompensado?

-Cuando llegaron estos pequeños extras me parecía que era un poco de justicia poética, que yo también estaba necesitando un poco de ayuda pero con eso ya me doy con un canto en los dientes. Estoy en un lugar más que aceptable y siento que estoy en armonía con todo mi trabajo. Yo reconozco que tampoco lo he puesto fácil a veces, puse mi carrera contra las cuerdas varias veces pero estoy donde yo buscaba ahora mismo.