El pintor César Barrio (Oviedo, 1971) vive y trabaja en Madrid y Lisboa. Su primera exposición se remonta a 1989. Licenciado en arquitectura por la Universidad de Navarra en 2004, ha dado cursos y conferencias como profesor invitado en las escuelas de arquitectura de Pamplona, Zaragoza o Toledo. Colabora como artista de estudios de arquitectura y en proyectos muy variados con escritores, músicos o poetas, además de escenografías o el diseño de moda. En el libro “Lo que no se ve” profundiza en “el contenido de la obra de arte”.
–Si el paisaje surge del viaje, ¿de dónde surge el arte?
–El arte es el viaje en sí, y la percepción de ese paisaje surge de ese viaje. A través del arte percibimos el paisaje. Un pintor realmente pinta para saber que es la pintura, ese suele ser su camino.
–¿Toda obra de arte esconde un mapa? ¿O lo libera?
–Para el arte occidental hasta el inicio de la era moderna el mapa era algo que preexistía, que había que buscarlo. A partir de entonces el mapa se pretende liberar, se busca inventarlo. Se busca lo nuevo.
–¿Se puede percibir / crear una belleza que no ha sido soñada antes?
–Por supuesto que no, es algo que comento al inicio del libro. Como dice Gaston Bachelard: “Sufrimos por los sueños y nos curamos mediante los sueños”. El mundo exterior se percibe sustituyendo cosas vistas por cosas sabidas. Solo percibimos lo que es significativo para nosotros. De ahí la dificultad de conseguir una mirada nueva.
–¿Cómo se puede capturar lo intangible y no fracasar en el intento?
–No creo que en el proceso creativo exista éxito o fracaso. No creo que un artista debiera moverse por esos parámetros. El éxito es un eco que decía Pessoa, y muchas veces cuando das por hecho el fracaso surge algo que realmente vale más que todo lo anterior. Existe una continua voluntad de captar, de poseer algo que huye constantemente. Nunca percibimos la realidad, solo un resto, una apariencia. Es lo más efímero se encuentra lo más real, lo más latente.
–¿Qué importancia tiene el azar en el arte?
–Es una herramienta fundamental. La impresión del azar viene de que cada cosa es en realidad varias cosas a la vez. Cada cosa está involucrada en mil encadenamientos y nosotros solo percibimos uno. El azar nos abre alguna de estas otras vías.
–¿Se puede contar la historia del arte basándose en la obsesión por materializar lo imposible?
–Por materializar lo invisible, no lo imposible. Y parece claro que esto es posible a nada que observemos cualquier gran obra de arte, desde la ‘Victoria de Samotracia’ o ‘Las meninas’ de Velázquez hasta un cántaro egipcio o la capilla Sixtina.
–¿El arte español evita la fantasía?
–Depende de lo que llamemos arte español. Hay muchos artistas para los que el Prado no es un museo, es más una patria. Desde esta perspectiva esta pintura es la que crea el terreno de lo que se podría entender como arte español, un suelo firme que es mucho más la búsqueda de una verdad en lo real más que juegos de fantasía.
–¿En un cuadro se puede leer la memoria del mundo?
–Yo creo que la memoria del mundo es el tiempo. Y si en un cuadro se consigue atrapar un fragmento de tiempo se podrá leer en él esa memoria.
–¿Qué aporta la imagen-espejo a la pintura?
–La imagen-espejo suelen ser personajes que aparecen al fondo de una acción dentro de un cuadro. En el s. XV ya hay algún caso. Suelen aparecer asomados a una ventana, al ser el cuadro en sí otra ventana, producen el efecto de mímesis en el espectador, el cual se refleja en ellos. Busca así introducirlo dentro de la escena. Es la toma de conciencia de la existencia del espectador como parte de la obra.
“La perfección existe en el arte, pero la solemos buscar en el sitio equivocado”
–¿Cómo se reconoce una mirada nueva en su origen?
–En el origen de algo ya está latente todo su desarrollo. No creo que tengamos una mirada original propia para nada, nuestra mirada es una construcción mental formada por distintos estratos de memoria que desconocemos. Si los buscamos aprenderemos a mirar algo como si nunca se hubiera visto, y a eso podríamos llamarlo una mirada nueva. Se trata de intentar saber desde donde se piensa para pensar más certeramente.
–¿Qué distingue al hombre moderno del antiguo?
–Para mí lo que mejor lo explica es una cita que aparece en el libro de Deleuze. Para el hombre antiguo la verdad preexiste y debe ser encontrada, para el moderno la verdad debe ser creada, debe ser algo nuevo.
–¿Por qué La Modernidad solo es Occidental?
–Por su arquetipo de tiempo. En todas las demás civilizaciones el tiempo en todas sus formas imaginadas se entiende como algo protector, digamos que minimiza los cambios, y precisamente la modernidad viene generada justo por lo contario, por un tiempo lineal e infinito en el que el cambio es primordial.
–¿La perfección existe en el arte?
–Yo creo que sí, pero la solemos buscar en el sitio equivocado.
