Fangoria es un ejemplo de resiliencia en la música española. Hablan de disfrutar del presente en su último éxito, 'Momentismo absoluto': "El ayer me atormentaba, el mañana me asustaba. Solo creo en el momento actual". Es su actitud ante la vida. La mejor forma de sobrevivir. Alaska y Nacho Canut son Fangoria desde hace más de 30 años, y su 'Existencialismo pop' parece la respuesta perfecta a los tiempos que vivimos: un EP con tres canciones cuyo single principal es 'Momentismo absoluto', sobre olvidar el pasado y no encomendarse con demasiado entusiasmo al futuro. En tiempos de distancias sociales y límites impuestos, el existencialismo pop de Fangoria es una bocanada de aire fresco. Fantasía en estado puro. Nos lo muestran este viernes en Murcia On, y supone un pretexto perfecto para hablar con Alaska. "Eso es la vida, no nos engañemos". Siempre tan amable y didáctica.

El single principal de este último EP, 'Momentismo absoluto', habla de no encomendarse con demasiado entusiasmo al futuro. El Carpe diem...

Sí, lo que pasa es que eso es la vida, no nos engañemos. No se trata de olvidar el pasado, se trata de que el pasado ya pasó, y está fenomenal y no hay que cambiar nada, y qué bien que haya existido porque es lo que tú eres. Y no se trata de no hacer planes, porque hacer planes significa que estás vivo, que tienes ilusión, que te apetece emprender cosas, pero sabiendo que no está en tu mano, que no te puedes llevar el gran berrinche cuando las cosas no salen como tú las tienes pensadas, porque lo que no está en tu mano no tiene remedio. Vamos a intentar disfrutar del hoy.

Que es la mejor manera de sobrevivir, y más en tiempos como este...

Ahora es verdad que parece que todos lo entendemos de forma similar, porque nos ha pasado lo mismo a todos a la vez por primera vez en la historia de la humanidad, y me imagino que eso da una visión diferente, pero a todos en algún momento antes de este momento nos ha pasado que hemos estado enfermos, se nos ha muerto alguien, hemos tenido que cuidar de alguien, y hemos sentido lo mismo. Lo que pasa es que no es lo mismo sentirlo tú en tu casa mientras el mundo avanza y tú tienes que entrevistar, y luego editar, y nadie te espera, cuando tú tienes un problema personal y el mundo no; nadie te espera, y aquí resulta que más o menos nos hemos esperado todos unos a otros.

El mundo gira, y no sé si nos hemos vuelto también más solemnes y aburridos. Crispación, desde luego, hay.

No, son ciclos. Yo tengo la edad suficiente para haber vivido todos estos ciclos ya, y ver cómo se suman, se repiten, cambian. Ya lo dice la canción La impermanencia: nada, ni siquiera las crispaciones, ni las crisis, ni los momentos culturalmente brillantes, nada es permanente. Todo se va moviendo.

Momentismo absoluto’ es una frase que habéis tomado prestada.

Sí, porque hay gente que dice cosas y luego tú las aplicas a tu día a día. Se convierten en parte de tu vocabulario. Nosotros en Fangoria siempre usamos una frase, ya sea de un personaje real, histórico, conocido o de ficción, para poner en la hoja interior del disco, y encontramos esta frase de Moria Casán, una vedette, actriz, cantante, presentadora argentina, una estrella que nos encanta. Le hacían una pregunta sobre su vida sentimental en esa caso, y ella decía: «Vivo el momentismo absoluto», y es la frase que va en este disco Exitencialismo pop, pero también se convirtió en la canción.

Píldoras de filosofía...

Un poco sí, al menos, para nosotros es lo que somos, y, tú lo has dicho, parte de nuestra supervivencia, de nuestro carácter, pero como hoy en día todo es como cortísimo… Quiero decir: si tú escribes en un digital, te piden que no tenga más de no sé cuántas palabras. porque si no la gente no lo lee. Tú hoy te lees un titular y podría ser la filosofía para el siglo XXI, dos palabras.

¿De dónde habéis sacado el título 'Satanismo, arte abstracto y rock and roll'? En el EP mostráis diferentes versiones del tema.

Sí, eso vino después. La original es 'Satanismo, arte abstracto y rock and roll'. Sale de una exposición que se hizo en Barcelona, que exploraba el momento de los años 40, 50, cuando Anton Lavey empieza a intentar propagar el satanismo como una filosofía, no como una religión, y al mismo tiempo el arte abstracto estaba denostado porque se consideraba que había degenerado la forma humana, y empieza el rock and roll y también se consideraba una degeneración de la música. Es un momento muy interesante de la historia cultural que a nosotros nos gusta, y por eso la hicimos musicalmente como si fuera una canción de aquel momento, y luego las otras versiones vinieron porque somos incapaces de quedarnos con una sola cosa, y decidimos experimentar con ella y hacer distintos estilos musicales.

¿Cómo surgió tu colaboración con Ana Torroja?

Después de habernos visto algunas veces en México, me escribió un email: «Tengo una canción que yo creo que nos podría ir bien si la hacemos juntas». Y la escuché, pensé que sí, y le dije que sí. Tan fácil como eso. Las cosas son así, y cuando a veces escuchas o hay alguien que te llama y no te apetece y dices que no, o alguien que te apetece te manda una canción en la que tú no te ves y tienes que decir que no. Es así de fácil.

Con Ana Torroja y Mecano se decía -no sé hasta qué punto es cierto- que Los Pegamoides teníais mala relación. Es una historia de una supuesta rivalidad desde los tiempos de Mecano y Alaska y los Pegamoides.

La historia es real entre, tú lo has dicho, Alaska y los Pegamoides y Mecano. Éramos dos grupos como el día y la noche, completamente distintos, que luego, en un momento dado, en el año 82, los dos nos convertimos en dos grupos masivos. Esa rivalidad primera de dos grupos tan distintos ahí se vuelve un lío, porque los dos tenemos público que ni sabe de los orígenes de Mecano ni de Pegamoides y que le gustan las canciones de los dos grupos y ya está, pero vamos, que los fans así del principio tenían muy claro que o unos u otros. Y luego, nuestros chicos, tanto en Mecano como en Pegamoides sí que se llevaban mal entre ellos, además habían ido al colegio juntos, se conocían desde pequeños, pero Ana y yo nunca hemos tenido ningún problema, y siempre lo contamos, era como que manteníamos una cordialidad incluso como un poco a escondidas de ellos.

Volviendo a este EP 'Existencialismo pop', parece desprender una aureola muy impregnada por las consecuencias de la pandemia. ¿Os ha cambiado mucho la percepción del mundo a Nacho y a ti?

Yo te diría que cero, sinceramente. No es ni mejor ni peor, ni vamos a ser mejores ni vamos a ser peores, ni aprender nada ni a desaprender nada. La humanidad es así. Y ya está. Punto.

Hay un guiño al tecno pop y otro al acid house en este nuevo EP. ¿Lo último que os va más qué es? ¿El acid house, que parece que hace tiempo no estaba ahí...?

Para nosotros, en nuestros conciertos en directo ha estado muy, muy presente en todos estos años. Muchas veces hemos metido partes instrumentales que tienen mucho que ver con esa música. Nosotros tenemos unos cuantos pilares: el rock and roll de los años 50, el pop de los años 60, el punk, el post punk, lo siniestro, la música disco, la música tecno, y el acid house como el último gran revulsivo que a nosotros nos empujó a hacer cosas distintas, tan distintas como que Dinarama dejó de existir y empezó Fangoria. Es uno de nuestros referentes, y como muchos de nuestros referentes, a veces está más presente y a veces menos.

¿Echabas de menos los conciertos? Supongo que sí.

Claro, pero tienes que pensar que en un grupo siempre hay un año en el que no tocas. De hecho, este hubiera sido el año de parar, pero es diferente cuando tú tomas la decisión a cuando de repente todo se queda suspendido en el aire. Sí ha pasado una cosa: nosotros teníamos ganas de tocar, y la gente que organiza los conciertos, muy poca gente ha anulado, y la gente que tenía sus entradas compradas, muy poca gente las ha devuelto.