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Arte

Las falsificaciones del gran falsificador que se exponen en Ibiza

Mark Forgy, quien fuera secretario de Elmyr de Hory, asegura que el artista "nunca creó una pintura con doble firma como las que se le atribuyen" en la exposición de la colección de Pepe Roselló en Sant Antoni

Mark Forgy, Elmyr d'Hory y Ursula Andress en La Falaise.

Lo de Elmyr de Hory (Budapest, 1906-Ibiza, 1976), el mayor falsificador de obras de arte de la historia (o eso asegura o magnifica la leyenda) es el cuento de nunca acabar. A pocos días de que concluya en el Far de ses Coves Blanques la exposición con obras atribuidas a ese artista que forman parte de la colección del empresario Pepe Roselló, Mark Forgy, quien fuera secretario de De Hory y se da a conocer como heredero de su patrimonio, asegura que los cuadros allí colgados no son del falsificador, sino falsificaciones del falsificador. La metafalsificación. El falsificador falsificado. Un lío dentro de un lío dentro de otro monumental follón.

En una carta remitida a una colaboradora de este diario, Forgy explica que vio la colección de Roselló en la casa del ibicenco "en el año 2014". Está compuesta, asegura, "por obras, óleos hechos ‘a la manera de’ o copias directas de pinturas existentes firmadas con los nombres de Modigliani, Matisse, [... y] con la firma Elmyr en la parte posterior del lienzo". Pero avisa de que el hecho de que lleven su rúbrica (en este caso doble, la del artista falsificado y la del falsificador, una por delante, la otra por detrás) no significa que sean de él: "Elmyr advierte Forgy- nunca creó una pintura con doble firma como las que se le atribuyen en esta exposición actual de la colección de Roselló. Obras como estas que supuestamente son producto de Elmyr, ciertamente no lo son. Son falsos Elmyr, no falsificaciones de Elmyr". Es "irónico", reconoce Forgy. Una broma dentro de una broma dentro de otra gigantesca broma.

A su juicio, «la mayoría de estos falsos Elmyr provienen de un británico, Ken Talbot», quien, según recuerda, "no compró más que algunas obras de Elmyr" en su presencia en La Falaise, el chalé donde el pintor austrohúngaro vivió en Vila. "Ninguno -insiste- tenía doble firma".

Registro de las obras

Da detalles al respecto en sus memorias, escritas en 2012 (‘The Forger’s Apprentice: Life with the World’s Most Notorious Artist’). "Durante los años -relata Forgy en la misiva- que viví con Elmyr, mantuve registros de las obras que creó. Una vez más, ninguna de ellas tenía doble firma". La razón: Elmyr sentía pavor a ser arrestado por ello. No se la iba a jugar otorgando a artistas como Gauguin, Renoir o Chagall la autoría de uno de sus cuadros ‘a la manera de’: "No tendría sentido que se arriesgara a rubricar en falso cuando su defensa principal siempre fue que nunca firmó los nombres [de los autores originales] en sus falsificaciones". Eso sí, hace la siguiente advertencia: "No mientras estuviera vivo".

"Muertos Legrós y De Hory, el que siguió pintando fue Réal Lessard. Probablemente, alguno de los cuadros que tengo pueden ser de Lessard. Sólo expongo lo que tengo. Y punto"

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Pepe Roselló, propietario de la colección, sonríe cuando se le plantea la denuncia de Forgy: "En cierta manera estamos dando vida a la obra de Elmyr, tanto si es o no de él. El debate sigue vivo". Justo estos días, Roselló está «devorando» ‘L’amour du faux’, escrito por Réal Lessard, otro pintor que, condicionado por su relación (de amor-odio) con el peculiar marchante Ferdinand Legrós, jugó en los 60 y 70 un papel trascendental en el espectacular (e interminable, como se ve) follón de falsificaciones atribuidas a Elmyr: "Muertos Legrós y De Hory, el que siguió pintando fue Réal Lessard. Probablemente, alguno de los cuadros que tengo pueden ser de Lessard. Sólo expongo lo que tengo. Y punto", subraya Roselló, que recuerda que parte de la exposición, que acaba el sábado, estuvo en la Casa Encendida de Madrid, en Diario de Ibiza (2013) y en una galería de Palma: "Es una muestra magnífica, independientemente de lo que diga el señor Mark Forgy".

"Ni miró los cuadros"

Cuando en una conversación surgen las palabras "ese señor" o "ese caballero", no suele ser para honrar a continuación a ese sujeto, más bien lo contrario. Roselló recuerda -tal como señala Forgy en la carta- que el secretario de Elmyr le abordó en 2014: «Vino a Ibiza con unos periodistas. Filmaron todos los cuadros que había preparado en mi finca para una exposición, que eran parte de los ahora expuestos en Sant Antoni. Entre ellos había uno que Elmyr me dedicó con su firma». La firma real, que con ese asunto también hay controversia. Era una lámina ‘al estilo de’ Matisse que cedió para una rifa benéfica en los años 70 y cuya recaudación fue destinada a Cruz Roja: "Forgy, cuando vino, no prestó atención a ninguno de los cuadros expuestos en el salón. Grabaron el diálogo que mantuvimos, pero él no miró las obras, lo cual me resultó bastante sospechoso". En aquel reportaje, en una entrevista posterior a aquel encuentro grabado en Ibiza, "Forgy ya dijo que esos cuadros eran falsos. Ahora insiste en eso", comenta Roselló.

¿Y por qué insiste? Según Roselló, porque le interesa económicamente: "Ha formado una especie de sociedad para identificar los cuadros de Elmyr junto a José Luis Branger. Ambos autentifican sus obras y cobran por ello. Es decir, han montado una sociedad para decidir sobre qué es falso, verdadero o imaginario". A su nombre está la web elmyr.net, 'The Official Website by Mark Forgy' de la obra de Elmyr de Hory.

"Jamas especulé, tengo su obra como testimonio"

Pepe Roselló

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Exclusividad de las ventas

"Forgy quiere tener la exclusiva en la venta de los Elmyr, por eso los certifica", afirmó en 2018 Diego Feliu, autor de ‘Desmontando a Elmyr’, en una entrevista aparecida en Nou Diari. Feliu también cree que la colección de Roselló está "nutrida de Elmyr que no son Elmyr".

"Jamás especulé, tengo su obra como testimonio", afirma Roselló, a quien de este debate sólo le molesta una cosa: "Regalé a amigos muchos Elmyr. Se llevarán un disgusto si ahora creen que no son de él". El empresario está escribiendo sus memorias (que posiblemente aparezcan en noviembre) en las que detalla su relación con De Hory. El debate continuará.

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