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Regreso del autor de 'Flaca'

Andrés Calamaro: "Los titulares dejan de importar al día siguiente. Contengo multitudes"

El músico argentino debuta en el Festival de Pedralbes tras dos aplazamientos, sin ánimo de resucitar sus polémicas políticas de hace tres años y dispuesto a ofrecer un concierto de repertorio antológico, "sin pistas agregadas ni bailarines en escena"

Andrés Calamaro, en el Liceu, en 2019. FERRAN SENDRA

Es fácil imaginarse a Andrés Calamaro subiéndose por las paredes durante estos dos años de parón pandémico. El artista conocido por sus impulsos estajanovistas, autor de discos dobles y triples, enredado asimismo en giras continuas. Pero, aunque observa que este bienio ha representado “un hiato exagerado para cualquiera” y que “la conciencia musical no descansa”, se reivindica como algo más que un creador de canciones. “Le seré sincero, no pienso en términos de carrera”, advierte. “La profesional es una pequeña parte de lo que somos como individuos al servicio de la música. Me explico como un pintor de quien se conocen uno o dos cuadros”.

Calamaro se explica a este diario del modo que en los últimos años ha elegido en su diálogo con la prensa, el cuestionario por correo electrónico, en vísperas al concierto que ofrecerá este miércoles en el Festival de Pedralbes. No viene exactamente con un disco fresco bajo el brazo: su última referencia es ‘Dios los Cría', publicada hace un año; un acopio de duetos con cantantes de variado espectro, figuras del rock y, sobre todo, de fuera de él. “El rock lo definimos nosotros, no solamente Lester Bangs”, alega el cantante y compositor bonaerense. A su juicio, el álbum “suena como la gira ‘Licencia para Cantar’ de 2016-17, con este mismo sonido jazz & pop”, contando con un pianista, Andrés Wiedemer, que “domina el lenguaje de Nicky Hopkins y Bill Evans”.

Julio Iglesias, “estatus superior”

En ‘Dios los cría’ le vemos uniendo su garganta a las de Alejandro Sanz, Julieta Venegas, Manolo García, Carlos Vives, Lila Downs… Y con los dos cantantes melódicos más universales que ha dado España: Raphael, “un artista genial, un gran cantante y un fuera de serie”, y Julio Iglesias, a quien califica también de “genial”, así como “inmenso”, recordando que “fue elogiado por Frank Sinatra y Willie Nelson” y añadiendo que “lo que canta en ‘Bohemio’ está en un estatus superior del canto”.

"C. Tangana destaca como eje de concentraciones de talento"

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Calamaro dio también señal de la mano de C. Tangana, en cuyo álbum ‘El madrileño’ colaboró compartiendo el medio tiempo rockero ‘Hong Kong’. Del mutante trapero destaca “la ingeniería psíquica, el manejo de los conceptos, la eficacia como eje de concentraciones de talento”. A su juicio, Tangana representa al “artista del siglo XXI, madrileño y europeo”.

Sin invectivas políticas

Su anterior visita, en mayo de 2019, estuvo envuelta en cierto ruido mediático, después de que colgara un texto en Facebook, a propósito de las elecciones generales en España, en el que se manifestaba partidario de “los patriotas y los reaccionarios”, comentario del que se interpretó una cercanía a VoxEsos días añadió críticas a Viggo Mortensen y a su “discurso antifascista facilón”. Y volvió a ello en el mismo escenario del Liceu, cuando en plena actuación arremetió contra el actor y lo acusó de “superioridad moral”.

¿Vive cómodo Calamaro entre estridentes titulares que sitúan el foco lejos de la música? “No es algo que quiera tomarme en serio”, ventila. “Los titulares de los periódicos dejan de importar el día siguiente. Contengo multitudes”, remacha en alusión a Walt Whitman (y a Bob Dylan). Muestra poco ánimo de meterse en jardines políticos. “Las que importan son las sensaciones en el escenario. Creo en el corte transversal de las cosas”.

Elegir un proyecto

En materia musical, se muestra tan inquieto como siempre y confiesa la acumulación de planes sobre la mesa. “A veces se trata de elegir uno o más discos entre cincuenta”, explica. “Estamos maniobrando con muchos proyectos además de canciones, muchas de las cuales empiezan por las letras. Tampoco le doy tanta importancia a las canciones. El asunto musical es más amplio”, apunta Calamaro, que recuerda su compromiso actual con una gira “que se prolonga hasta diciembre”.

"Mantenerse firme en los escenarios no es sencillo para nadie"

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Peor lo tiene su amigo Enrique Bunbury, que ha debido bajarse de los escenarios a los 54 años por una extraña dolencia que afecta a sus cuerdas vocales (al parecer, solo cuando está de gira). “Prefiero no hablar en términos de ‘extraña dolencia’”, indica. “Mantenerse firme en los escenarios no es sencillo para nadie. Es el destino del canto, según lo explicaron Leonard Cohen y Atahualpa Yupanqui”.

Ese destino le lleva por primera vez a los Jardins de Pedralbes, donde se dispone a “tocar bien y cantar, sin pistas agregadas ni bailarines en escena”, con un repertorio de carácter antológico. Un concierto que se anunció en el otoño de 2019 y que ha sido aplazado en dos ocasiones. “Escenario de lujo”, suspira Calamaro. “Llegamos agradecidos y honrados, como siempre en Barcelona”.

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