Desolación. Es la palabra que define el sentir de la literatura en español ante el fallecimiento de Javier Marías (1951-2022). Su muerte ha inundado de pesar el ánimo de todos los que forman parte de esa familia, bien avenida pese a sus muchas peculiaridades, que es el mundo de las letras en nuestro país. Escritores, editores, libreros, agentes... Lectores, en definitiva. Porque todos hemos leído a Marías, y todos le seguiremos leyendo.

"Estoy anonadada, estupefacta. Le conozco desde hace cincuenta años, era íntimo amigo de amigos íntimos míos. Nunca fuimos muy cercanos, pero durante toda mi vida ha tenido para mí esa proximidad esencial que tienen los miembros de tu familia, aunque los veas poco". Así se mostraba Rosa Montero nada más conocer la noticia. "Nacimos el mismo año -continuaba-. No todo lo que ha escrito me gusta igual, algunas obras creo que pecan de manieristas, de copiarse a sí mismo, pero lo que me gusta me parece colosal. De hecho siempre he pensado que él era el mejor candidato al Nobel de la España actual. Qué pena que se haya muerto sin que se lo dieran. Un enorme escritor. Estoy noqueada".

En la misma línea se manifestaba Fernando Aramburu, quien no tuvo ocasión de tratar a Marías, pero ha sido "lector asiduo de sus novelas y sus artículos de prensa. Le profesaba una alta estima. Siento de veras su fallecimiento". Sí le conoció, pues eran vecinos del madrileño barrio de los Austrias, Julia Navarro, "realmente desolada" con su muerte. "Javier siempre fue tan generoso conmigo, tan cariñoso... Siempre ha sido para mí un referente". La autora de 'La hermandad de la Sábana Santa' coincide con Rosa Montero en destacar el hecho de que "le deberían de haber dado el Nobel, si hay un escritor realmente importante en la segunda mitad del siglo XX y este comienzo del XXI es él. Es un innovador del lenguaje, de la forma de contar historias, la palabra maestro ya está devaluada, es uno de los grandes de la literatura contemporánea".

De Marías, Julia Navarro siempre admiró "su rabiosa independencia, su capacidad de ser libre. Sus artículos siempre han sido un ejercicio de libertad. Nunca se calló cuando creía que debía decir algo. Fue una persona que ejerció la libertad, y eso le hizo ir contracorriente y ser políticamente incorrecto". Entre las anécdotas compartidas que más y mejor recuerda, además de las ocasiones en las que se encontraban caminando por el barrio y se sentaban a conversar "un poco de todo" en la Plaza de la Encarnación ("para mí esas paradas eran como un regalo"), está el día en el que Marías le propuso formar parte de su editorial, Reino de Redonda, con el texto que ella quisiera. "Le contesté entusiasmada que sí. En una de las últimas conversaciones que tuvimos, me volvió a preguntar…".

Juan Tallón: "Va a dejar una larga influencia en el tiempo. Pasarán las décadas y Javier Marías se seguirá reeditando, porque se seguirá leyendo"

Tras recordar a Camilo José Cela y su convicción de que la muerte era una "ordinariez", Manuel Vilas reflexionaba así, desde Iowa (Estados Unidos), sobre el fallecimiento de Marías: "Es terrible. La muerte de un escritor contiene una derrota especial que a mí me conmueve muchísimo, y más aún con una muerte como la de Javier Marías. Son 70 años, cabía esperar todavía novelas de fuste, era nuestra esperanza más conspicua para un premio Nobel. La literatura te hace pensar que el escritor es inmortal, porque los escritores estamos siempre exaltando la vida. Es una putada. Hay un ensanchamiento de la literatura española en la escritura de Marías".

Ambición y seducción

Para Juan Tallón, "es el escritor más influyente, respetado. Tiene una obra que empieza a forjarse a los 19 años. No hay un texto suyo que yo haya leído que no me haya impactado. Mi primera lectura fue ‘Todas las almas’, luego ‘Mañana en la batalla piensa en mí’, ‘Los enamoramientos’... No quiero privarme de la oportunidad de leer por primera vez la trilogía de ‘Tu rostro mañana’. Son libros congelados en el tiempo para el futuro, y eso creo que con muy pocos autores me permito hacerlo, tenerlo para cuando vengan mal dadas". Tallón destaca, también, cómo Marías es (prefiere seguir hablando de él en presente) "un escritor cuya ambición te seduce, no te lo pone fácil, pero de eso se trata; si es fácil, ¿dónde está el mérito? Va a dejar una larga influencia en el tiempo. Pasarán las décadas y Javier Marías se seguirá reeditando, porque se seguirá leyendo. Quienes lo hemos leído estamos huérfanos y quienes no, ellos se lo pierden. A Marías hay que leerlo al margen de cómo te pueda caer o molestar sus opiniones. Por encima de eso queda la obra, y es de un impacto y un peso insuperables".

Alejandro Zambra: "Javier Marías es un escritor extraordinario, no tiene sentido hablar de él en pasado, porque sus libros seguirán ahí, listos para ensayar respuestas a preguntas que ahora mismo ni siquiera imaginamos"

Tampoco quiere emplear el pretérito para referirse a él Alejandro Zambra"Javier Marías es un escritor extraordinario, no tiene sentido hablar de él en pasado, porque sus libros seguirán ahí, listos para ensayar respuestas a preguntas que ahora mismo ni siquiera imaginamos".

Referencia

Lola Larumbe, librera de la mítica Alberti, en Madrid, siempre va a recordar a Javier Marías en la Feria del Libro, y "esa especie de elegante timidez" con la que se relacionaba con los muchos lectores que siempre se acercaban a él. "Venía a la Feria muy pocas veces, contadas, pero para ver a sus lectores y colaborar con las librerías y la Feria. Siempre he respetado esa distancia, porque la he entendido. No era una persona que se expusiera vanamente, se guardó siempre de la exposición pública evidente. Era una referencia de la literatura española, un clásico vivo. Los lectores hemos perdido a un autor que todavía podía habernos dado muchas satisfacciones. A veces podíamos no estar de acuerdo con él en sus miradas sobre la realidad, pero es un referente y alguien con el que hemos crecido. Yo, en la librería, en los años 80, me acuerdo de sus primeras novelas, y hemos ido creciendo casi a la vez. Es uno de los escritores que ha colocado la literatura española en un punto fuera, que no es muy habitual, con traducciones al alemán, al inglés, al francés… Realmente es una gran pérdida. Nos queda, como con Almudena Grandes, recordarlos leyendo sus libros. Que la muerte no sea olvido".

Luis Landero: "Deja un vacío grande por todo, como escritor, como polemista, como articulista… Pensar que se ha ido… Pero así es. Es muy triste"

Un asiduo a la Alberti, Luis Landero, se quedó "helado" tras enterarse de la noticia. Por la mañana, de hecho, había comentado con su mujer lo extraño que a ambos les parecía que no estuviera, en el semanal de 'El país', el artículo que Marías publicaba cada domingo. "Me he quedado asombrado, muy triste. En estos momentos, lo que menos puedo hacer es un elogio fúnebre, a él no le hubiera gustado. Lo que realmente duele de todo es la pérdida humana. Claro que se ha perdido a un gran escritor, pero ahora mismo se ha perdido a una persona querida. Deja un vacío grande por todo, como escritor, como polemista, como articulista… Pensar que se ha ido… Pero así es. Es muy triste".

Para María Dueñas, la muerte de Marías es "es una pena tremenda", que se suma al fallecimiento, en noviembre de 2021, de Almudena Grandes. "Vaya año llevamos… Es un referente admirable. Antes de intuir que terminaría siendo escritora, ya era lectora de Javier Marías. Yo le descubrí en la Universidad de Filología, y él ya era un joven referente, en mi memoria está desde esos tiempos muy presente. Luego ha tenido una carrera admirable para todos los que estamos en este mundo, con una proyección internacional admirable, que es un poco la aspiración de todos los que escribimos, que nuestro trabajo no se quede solo en España, y en eso él fue admirable. Y, luego, como persona, lo conocemos más por sus artículos, en sus novelas se deja ver menos. Era una persona muy coherente, muy lúcida, con una inteligencia muy clara, muy consecuente, muy admirable".

Lola Larumbe: "Es una gran pérdida. Nos queda, como con Almudena Grandes, recordarlos leyendo sus libros. Que la muerte no sea olvido"

Por su parte, a Emili Rosales, editor de Destino, la pérdida de Marías le ha impresionado "mucho, ya no sólo como editor, sino como lector y escritor. He leído quizás todos sus libros. Es uno de los escritores más influyentes en otros escritores, sea o no consciente. Su literatura estaba tremendamente intrincada en el estilo. Es de los grandes creadores de nuestro tiempo".

Y, desde Colombia, Héctor Abad Faciolince explica cómo "si conseguías entrar en su estilo minucioso, neurótico, obsesivo, sus historias podían alcanzar una intensidad hipnótica envolvente. Si te ganaba la exasperación por tantas volutas y retorcimientos estilísticos, por tantos tormentos y tormentas psicológicos, podías perderte en la maraña de las ramas que iban creciendo del tronco con bifurcaciones tras bifurcaciones que solo una paciencia proustiana podía despejar con gusto".