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Vidas paralelas

La segunda parte de la Trilogía Balcánica, "La ciudad expoliada", define el compromiso de Olivia Manning con el tiempo de guerra que le tocó como testigo excepcional

Cultura - Libros

Olivia Manning (Portsmouth, 1908) fue una escritora inglesa inmersa en un conflicto mundial y decidida a contarlo de la mejor manera. Hubo más inglesas de su oficio y condición navegando a contracorriente en las aguas revueltas de la Europa de las dos guerras, pero ninguna probablemente tan subestimada y durante tan largo tiempo por muchos de sus coetáneos. No por todos, afortunadamente. En 1948, Elizabeth Bowen, autora de "El fragor del día", una de las novelas que mejor describe el Londres asediado por las bombas, dijo de ella que la guerra le había proporcionado un tema poderoso, fuera de las preocupaciones tradicionales de las mujeres novelistas de entonces. Se puede decir que en Manning vida y obra están estrechamente entrelazadas: los seis títulos que componen "Trilogía Balcánica" y "Trilogía de Levante" siguen la suerte de una pareja incómodamente unida, Guy y Harriet Pringle, observando desde la primera fila el descenso de Rumanía y Grecia a los infiernos antes de concluir en Egipto. Esta fue exactamente la experiencia de los recién casados Olivia Manning y Reggie Smith, que partieron en tren en agosto de 1939 hacia Bucarest para trabajar en el British Council.

Antes, Manning ya había publicado varios cuentos y una novela con buena acogida crítica, "The Wind Changes" (1937), ambientada en Irlanda durante los disturbios. El tiempo posterior de la pareja en Palestina, a mediados de la década de 1940, le proporcionó material para las novelas que escribió tras su regreso a Londres, "Artist Among the Missing" y "Escuela de amor", traducida al español en 1952. Todo lo que había visto en los Balcanes se desvaneció, y en 1960 con "La gran fortuna" (Libros del Asteroide, 2020) volvió a los primeros años de la guerra. A esta le siguieron "La ciudad expoliada", ahora publicada por la misma editorial; "Friends and Heroes", última parte de la trilogía, y los tres títulos de "Levante", "The Danger Tree", "The Battle Lost and Won" y "The Sum of Things". Se podrían perfectamente clasificar entre las colecciones de guerra destacadas de la literatura inglesa del siglo pasado junto con las de dos de sus grandes colosos, Evelyn Waugh y Anthony Powell. En ambas se percibe la mirada mordaz de la autora hacia esas situaciones superficiales grotescas que a veces se producen en los escenarios más dramáticos, en medio de atmósferas cargadas de acontecimientos, de ciudades que se resquebrajan y en el comportamiento de las personas bajo presión, la lucha del sórdido egoísmo por sobrevivir en la tragedia, la inseguridad, la incertidumbre y el heroísmo ocasional. Siete años después de su muerte en 1980, la BBC emitió "Fortunes of War", una ambiciosa y fiel adaptación, protagonizada por Emma Thompson y Kenneth Branagh.

Se percibe la mirada mordaz de la autora hacia esas situaciones superficiales grotescas que se producen en los escenarios más dramáticos

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En el inicio de la Trilogía Balcánica, septiembre de 1939, el Simplon Orient Express se encuentra en la segunda noche de un lento viaje por Europa; los alemanes avanzan en Polonia; y los pasajeros, Guy y Harriet Pringle, que se conocen desde hace un mes, apenas llevan casados una semana. En "La ciudad expoliada", Harriet toma el último vuelo a Atenas; en el tercer volumen, los Pringle se embarcan en un cascarón oxidado a Egipto, apenas medio día antes que los nazis. La idea de Manning es que los viajes suceden momento a momento, por lo que un minuto de alivio y seguridad puede con una hora de miedo, hasta que ocurre el siguiente percance. Este es el viaje de la consternación o, lo que es lo mismo, de ser despojado de todo mientras te diriges hacia un destino. El opuesto al que plantea la aventura, probarse frente a las dificultades teniendo al menos una posibilidad de éxito. Incluso la satisfacción por la supervivencia se reduce debido a la propia inercia de arriesgarlo todo en el tránsito de un lugar a otro.

En la cercada Bucarest de la Trilogía nadie pasea, la agitación es tremenda, el calor es pegajoso y el hielo del invierno gime al paso de los trineos. Alemania está a punto de invadir Rumanía; los fascistas de la Guardia de Hierro, crecidos, captan seguidores; en el cine se ven noticieros con imágenes de las carreteras del norte de Europa llenas de cadáveres de refugiados ametrallados. La autora de "La ciudad expoliada" no escribe sobre lo que desconoce. La muerte de un país y la Europa en guerra son el trasfondo muy trabajado por Manning del matrimonio de vidas paralelas a la suya con Reggie Smith, un apoyo intelectual constante, independientemente de sus defectos como esposo, entusiasta y una especie de imán para todo tipo de seres humanos extraviados.

Manning, a su vez, fue una escritora comprometida con el tiempo revuelto por la guerra que le tocó vivir. Pasados los años, no importa que en la década de los años 50 se sintiese marginada por los "bookseys boys", aquellos jóvenes novelistas cuyos protagonistas alienados, irónicamente, se parecían a sus personajes masculinos. O que más tarde se viese superada por otras autoras más jóvenes con distintos compromisos.

La ciudad expoliada

Olivia Manning

Traducción de Concha Cardeñoso

Libros del Asteroide, 400 páginas, 23,95 euros

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