El verdadero arte está donde no se lo espera

Sorprendió la obra de Pablo Iglesias Prada en JustMad, una de las ferias paralelas a ARCO que hace unos días se ha desarrollado en Madrid. El stand de Zooh Micro Gallery dirigido por Alicia Wood estaba constantemente lleno de visitantes.

Ahora podemos seguir valorando su personalísimo estilo en este espacio expositivo ubicado en la Calle San Antonio 13, en Gijón. Se trata de pinturas que muestran inquietantes personajes que, desde una simplificación formal absoluta, nos contemplan y desde sus títulos lanzan afirmaciones y preguntan: "¿Quieres jugar conmigo?", "Tus sentimientos son una simulación", "Te estábamos esperando" o "Nosotros vivimos en la sombra". Este último fue también el título de su anterior exposición, en 2023, donde mostró, por primera vez, una obra pictórica que llevaba tiempo poniendo en común por las redes sociales y que le había servido para valorar la reacción del público ante el carácter "escabroso" de algunas de sus propuestas.

La respuesta fue positiva, incluso algunas bandas de música como Lowertown o el productor y DJ Óscar Mulero, entre otros, interesados por el potencial sugestivo de sus imágenes, le han encargado las portadas de sus discos. Su trabajo como creador plástico es inseparable de su amor por la música, tanto como fuente de inspiración como por ser favorecedora de atmósferas propicias para trabajar en el estudio.

Su estilo es transgresor y posee un carácter narrativo que transmite su formación como ilustrador y su interés por el mundo del cómic, un aspecto que se acentúa por la importancia de los títulos que aportan un aire de pequeñas historias.

Los personajes se recortan sobre fondos monocromos que acentúan el contraste entre figura y fondo. Su paleta es reducida, un tanto pop, rojos, negros y azules. Son acrílicos sobre lienzo con un tratamiento técnico a base de superposición de capas de pintura muy diluida que permite introducir veladuras y que crea efectos atmosféricos muy sugerentes. La pincelada es directa, cargada de irregularidades y deformaciones acordes con la fuerza expresiva de cada imagen y de cada tema. Esa coherencia entre técnica e iconografía es quizá lo más subrayable, algo que se percibe claramente contemplando la obra en directo.

Los rostros, grandes protagonistas en su pintura recuerdan, en su tosquedad, el arte primitivo y las máscaras africanas que, de alguna manera, conectan con los trabajos más salvajes de Jean-Michel Basquiat. El artista reconoce la admiración (más que la influencia) hacia obras y artistas de referencia histórica, desde las pinturas negras de Francisco de Goya a los hipnóticos personajes de Edvard Munch o los deformantes retratos de Francis Bacon incluso, hacia las propuestas de la pintora suiza Miriam Cahn. Son referentes que, sin tener formalmente nada que ver con su propuesta, sí responden a su espíritu expresivo y autobiográfico. "Este submundo de personajes puede ser también una manera de extraer mis propios demonios", comenta el artista.

"El verdadero arte siempre está donde no se le espera", afirmó el creador francés Jean Dubuffet, representante destacado del Art Autre, un informalismo expresivo y gestual que rompió radicalmente con el concepto convencional de belleza y que planteó un "arte de otro tipo", alejado de los cánones convencionales, capaz de estimularnos, de atraparnos en una sensibilidad provocadora que lleve a reflexionar sobre las múltiples realidades, como también sugieren las pinturas de Pablo Iglesias Prada. Sus expresionistas figuras proponen una apuesta alternativa ante otras estéticas preponderantes más amables, son imágenes turbadoras que plantean una interesante y reflexiva alternativa plástica fuera de los límites, que muestra otros mundos posibles con los que podríamos llegar a conectar e incluso, identificarnos.

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