Arte
Una puntada subversiva
Isabella Despujols y la renovación del arte óptico en la Galería Llamazares de Gijón

"Círculos cromáticos en degradados azules". / Santiago Martínez
Santiago Martínez
La artista venezolana Isabella Despujols presenta en la Galería Llamazares de Gijón "Hilo tras hilo", una propuesta estética vertebrada desde la geometría, el color y los efectos ópticos, pero que, sobre todo, destaca por un tratamiento técnico original por el que las formas emergen del lienzo mediante la técnica del bordado. Es heredera de una sólida tradición plástica latinoamericana, especialmente venezolana en lo que respecta al arte cinético, con referentes tan importantes como Carlos Cruz-Diez o Jesús Soto, teóricos de la forma, del color y de sus interacciones, pero también de la importancia de la luz como protagonista indiscutible. Al igual que las propuestas de estos maestros, los lienzos de Isabella Despujols deben contemplarse en directo, desde cerca, como una experiencia única y vivencial. Solo así podremos captar su singularidad, un trabajo con aguja e hilo que aporta resultados sorprendentemente pictóricos; cada puntada remite a un trazo de pincel; los hilos, que se yuxtaponen y complementan, se superponen en capas sucesivas creando veladuras y gradaciones tonales que provocan efectos cambiantes.
Es necesario recorrer la exposición fijando la mirada en cada pieza. La percepción cambia a cada instante, los efectos ópticos provocados por la combinación de forma y color son sutiles, casi imperceptibles, pero evidencian cómo para la configuración final de cada obra es imprescindible nuestra presencia. Hay pocas corrientes artísticas que precisen de tal implicación, y el arte cinético es una de ellas. Los artistas de esta tendencia son conscientes de la importancia de la ubicación y de la iluminación de sus trabajos, pero, sobre todo, de esa implicación activa de quien los contempla.

"Ecos curvos". / Santiago Martínez
Recientemente, en la última Bienal de Venecia, pudimos disfrutar del proyecto "Experiencia participativa", que el artista Juvenal Ravelo planteó para el Pabellón de Venezuela, una instalación en la que cada visitante era parte activa y en la que se ratificó el papel que América Latina sigue teniendo en la proyección y actualización del arte cinético. Algo así podríamos decir de la propuesta de Isabella Despujols: es innovadora, pero sin desvincularse de las enormes aportaciones del arte geométrico que se han venido realizando desde América del Sur, como el arte Madí, el arte Neoconcreto y, evidentemente, el arte óptico.
En la muestra podemos contemplar una cierta uniformidad de tamaños, siendo la medida más frecuente 100x100 cm, aspecto que también aporta armonía al conjunto. Son evidentes las referencias a las vanguardias, sobre todo al constructivismo, aunque la creadora ha sabido apropiarse de lo esencial de ellas para dejar su propia impronta. Mediante el uso de un fuerte cromatismo suaviza el rigor matemático y la frialdad que caracteriza a aquellas corrientes históricas. En algunas piezas, en las que el bordado se condensa y compacta en el centro hasta fundir unas formas con otras, como "Curvilíneo" o "Sinfonía de formas y sombras", introduce una gama potente, casi pop, a base de rosas, naranjas, amarillos y morados.

"Sinfonía de formas y sombras". / Santiago Martínez
Pero es en las obras en las que los efectos ópticos son muy marcados donde sorprende su virtuosismo técnico; en ellas el bordado se expande hasta los límites del lienzo transmitiendo una sensación de infinitud. Algunas piezas, como "Ecos curvos", se han concebido a manera de díptico potenciando, en su duplicidad, los efectos visuales.
Desde hace tiempo, muchas creadoras han reivindicado el mundo textil como soporte estético, como la mejor vía para la expresión y actualización de un oficio tradicionalmente asociado con lo doméstico y lo femenino, subvirtiendo y alterando el orden establecido y transformando la costura en el mejor instrumento para la creación y sensibilización. Así lo recoge la historiadora Rozsika Parker en su imprescindible obra "La puntada subversiva". Desde Louise Bourgeois a Judy Chicago, pasando por Tracey Emin y María Gimeno y, en nuestro entorno más cercano, Isabel Gil, Estefanía Martín o Jaime Rodríguez, los artistas han encontrado en este ámbito una herramienta de comunicación reflexiva y reivindicativa.
En el caso de Isabella Despujols esa reivindicación es de tal sutileza que hace de su aportación un caso único, en ella la tradición se funde con la plástica contemporánea convirtiéndose en continuadora de las técnicas textiles desarrolladas por las civilizaciones antiguas, pero, sobre todo, en una gran renovadora del arte óptico contemporáneo, introduciendo esa cálida humanidad que hace que su propuesta sea tan atractiva.
Hilo tras hilo
Isabella Despujols
Galería Llamazares, c/ Instituto 23, Gijón. Hasta el 13 de diciembre
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