Historia de un hombre plano
Se publica por primera vez en España una novela de la autora portuguesa Patrícia Portela, reconocida como una de las voces más importantes en las letras de su país

Patricia Portela. / Fernando Rodríguez
Pensemos en una versión íntima, doméstica, de los momentos estelares de la humanidad que fijó Stefan Zweig para la historia de la literatura y de la memoria: el proceso de creación de El Mesías de Händel; cómo La Marsellesa acabó siendo el himno de Francia; Cicerón ante el fin de la República en Roma…
Bajemos el volumen a las expectativas y hagamos recuento: ¿ha vivido algún pequeño momento estelar nuestra pequeña humanidad? ¿Podemos coleccionar modestas epifanías como las muescas en la pared que van señalando nuestro crecimiento? Es probable que sí. Yo saco de la alforja una que viene muy a cuento para el libro que comienzo a reseñar: la ocasión en que el añorado Daniel Moyano nos habló por primera vez del "Tristram Shandy" de Laurence Sterne. El escritor irlandés del XVIII desafió las convenciones de la narrativa y la literatura de la época a golpe de humor e irreverencia. Y por supuesto, mucho talento. Samuel Johnson vaticinó una corta vida para una obra tan extravagante.
Con todos los respetos al autor de "Vidas de poetas", si todos los Johnsons del mundo se inquietan es que la narrativa avanza (o se desvía, que es una manera extravagante de avanzar).
He pensado mucho en Sterne y sus herederos literarios (Joyce,Woolf, Beckett…) leyendo la magnífica, estimulante y divertida "Hacia arriba y no hacia el norte", primera novela publicada en España de la portuguesa Patrícia Portela (1974). La edición aquí corre a cargo de la editorial Eolas en su colección "La cadena trófica", cuyos responsables son Javier García Rodríguez y Guillermo Lorenzo, cuyo heterónimo Lorenzo G. Perropampa firma la traducción de "Hacia arriba y no hacia el norte".
Una de las primeras cosas que llama la atención del libro de Portela, incluso a simple vista, sin iniciar su lectura, es lo audaz que es formalmente: utilización de imágenes; distintos cuerpos de letras… como si de un libro de poemas se tratara, la novela exprime todas las posibilidades geométricas de la página en blanco. En una nota a pie de página (que también abundan) se dice: "Deslizarme por un poema no es algo que haga cualquiera; las frases están cortadas, no hay señalización, todo son fragmentos".
Quien habla en esta nota es el protagonista y principal narrador: un hombre (punto, personaje…) que vive en la dimensión única del texto y aspira a más dimensiones, la espacial sobremanera. Este planteamiento, aunque expresado por mí someramente, justifica el baile y diversidad formal: la coherencia entre lo escrito y cómo aparece expuesto en las páginas es clave. Desde esta perspectiva se podrá decir que en la novela rige un principio poético o un planteamiento muy acorde con otras expresiones artísticas que practica Portela: teatro, cine, performance…
Sin olvidar el desengrasante del humor, "Hacia arriba y no hacia el norte" plantea una disputa entre el mundo plano y el mundo espacial; aunque el protagonista sospeche que son dos mundos complementarios. No obstante, la vieja regla del conflicto como semilla narrativa también se cumple aquí: la última parte del libro así lo confirma. En un tono de informativo acelerado, la historia se acerca a una distopía o a un relato de catástrofes. El hombre plano contra todos o contra sí mismo (¿no es lo mismo?). Una guerra de los mundos cuya batalla se libra en los textos y allende los textos: "Todas las palabras posibles o imaginarias existen en el Mundo Plano, lo que no quiere decir que todas tengan el mismo significado que en el Mundo Espacial, como sucede en el caso de la palabra "día".
A estas alturas de mis ocurrencias me imagino a más de una lectora preguntándose: ¿de qué hablamos cuándo hablamos de "Hacia arriba y no hacia el norte?
De una novela de iniciación.
De una novela humorística.
De una novela científica.
De una novela geométrica.
De una novela fantástica.
De una novela política.
De una novela poética.
De una novela teatral.
De una novela performativa.
De una novela
de Patrícia Portela.
Un último apunte: esta novela se publicó en Portugal en 2008 (Editorial Caminho). Aquí no se ha publicado hasta 2025. Salvo excepciones, tenemos mucha tarea pendiente con respecto a nuestros vecinos.
¡Y que viva Tristram Shandy!

Hacia arriba y no hacia el norte
Patrícia Portela
Traducción de Lorenzo G. Perropampa
Editorial Eolas 256 páginas. 22 euros
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