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Los otros asturianos

"El final de una etnia", de Adolfo García Martínez, es el certificado de defunción histórica de la identidad vaqueira

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Óscar R. Buznego

Óscar R. Buznego

Tierra y mar, montaña y costa, picos y puertos. Caserías, pueblos y ciudades. El centro, con una capital equidistante, y las alas. El área metropolitana, y oriente y occidente. Ganadería, minería e industria. Reacción y revolución. Tradición y posmodernidad. Echando la vista hacia atrás, cabe preguntarse qué ha sido Asturias a lo largo y ancho de su pasado hasta tiempos recientes, si una o varias, una sociedad integrada o una sociedad segmentada. Puestos a representarla, habría que elegir la forma que mejor refleja su historia entre el mural, el mosaico y el puzzle. Es un hecho que a consecuencia de la actividad industrial se volvió más diversa y heterogénea hasta el extremo de dividirse y padecer fuertes tensiones. Luego inició un proceso de cohesión, que ha culminado en su punto actual por acción y efecto de la globalización y las políticas públicas.

Antes, durante un largo período Asturias había sido una sociedad rural, tradicional y homogénea, que experimentó una conflictividad circunstancial y limitada. Aún así, había diferencias. En muchas sociedades ha habido grupos apartados del común de la población, por lo general marginados, con un modo de vida, una cultura y una identidad distintos. En España es conocido el caso de maragatos, pasiegos y agotes. En la parte occidental de Asturias habitaron los vaqueiros de alzada, que despertaron primero la curiosidad de los asturianistas y en las últimas décadas el interés de los antropólogos. Resulta llamativa la cantidad de investigaciones y publicaciones que se les ha dedicado en comparación con otros grupos u organizaciones de la sociedad asturiana. Envueltos todavía en cierto misterio, quizá sea su carácter singular y extraño el motivo de que hayan ejercido tanta atracción.

En 1988, Adolfo García Martínez publicó su monografía, que marcó un hito en los estudios vaqueiros, tras una década de intenso trabajo de campo costeado por él mismo, sin recibir ayuda económica alguna. La obra consta de dos partes: en la primera dilucida el origen del grupo y explica su evolución histórica, y en la segunda describe su estilo de vida y su cultura. Desde entonces, el nombre de Adolfo García quedaría unido a los vaqueiros para siempre. El libro fue reeditado por KRK en 2009 y con el paso de los años se ha convertido en un clásico de la bibliografía asturiana. El texto que se presenta ahora, "El final de una etnia", ha sido concebido como prólogo de una nueva impresión de "Los vaqueiros de alzada de Asturias", la tercera, cuya próxima aparición anuncia el propio autor en sus páginas.

Adolfo García expone en sus escritos la forja de la identidad vaqueira a través de medio milenio al menos: la trashumancia hacia los altos, el comercio y el transporte de personas, carbón, vino, sal, pan y todo tipo de productos en el interior y fuera de Asturias, la endogamia, unas manifestaciones culturales y una manera de entender la vida exclusivas. Adolfo García descarta que tuvieran origen celta, romano, árabe, morisco o judío. Fueron, sencillamente, "otros" asturianos, que en oposición a los xaldos, con los que mantuvieron una dura competencia económica, acabaron constituyéndose en un grupo étnico, un apelativo de uso polémico en las ciencias sociales.

Pues bien, "El final de una etnia" es el certificado de defunción histórica de la identidad vaqueira. Adolfo García la había anticipado en su obra mayor y en estas páginas la confirma definitivamente. El mercado, la interdependencia global, la emigración y la exogamia han actuado con eficacia probada como agentes de su disolución desde la mitad del siglo pasado. Los vaqueiros de antaño llevan camino de estar plenamente inmersos en la sociedad asturiana y en la global. Hay aspectos de esta integración que por su relevancia requieren más investigación, como la movilidad social, la socialización, la exposición a la influencia de los medios de comunicación, y falta por desvelar las actitudes políticas de los vaqueiros en particular en la etapa del sufragio universal. Adolfo García, a partir de las intuiciones de Jovellanos, ha dado un paso gigante en el conocimiento de estos "otros" asturianos característicos y ha contribuido toda su vida a poner el mundo rural en el lugar que le corresponde en la sociedad asturiana.

portada buznego buena

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El final de una etnia (La identidad de los vaqueiros de alzada)

Adolfo García Martínez

KRK, 124 páginas, 10 euros

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