Arte

Las infinitas posibilidades de lo mínimo

Una revisión de las propuestas plásticas de Paco Fernández en la galería Caicoya de Oviedo

Vista de la exposición.

Vista de la exposición. / LNE

Santiago Martínez

Santiago Martínez

La Galería Caicoya presenta en Oviedo una selección de trabajos del artista asturiano Paco Fernández. El montaje expositivo es bastante singular, ya que contrasta la sobriedad y el orden casi minimalista de las obras expuestas en la primera sala con el carácter expansivo y envolvente de las piezas de madera ensamblada y de vivos colores que conforman una original instalación en la segunda sala. Las formas abiertas, en aspa, de estas piezas coloristas se ven potenciadas al contrastar con el color gris oscuro de las paredes. También resulta atractivo el fuerte contraste que se produce entre esos fondos y las pinturas blancas dispuestas de manera convencional.

Acrílico de Paco Fernández.

Acrílico de Paco Fernández. / LNE

Son trabajos de distintos momentos creativos que pertenecen a varias series y que podemos entender como una pequeña retrospectiva, aunque la mayoría están fechados en 2004. No hace mucho tiempo, en "Cartones y collages", su muestra de 2021, tuvimos la oportunidad de contemplar obras que permitieron obtener una visión de los cambios y permanencias en su pintura y, próximamente, en la Feria ArteSantander que se celebra en julio en la capital cántabra, Paco Fernández compartirá el stand de esta galería con Miguel Galano, dos pintores formalmente distintos, pero similares en la búsqueda de la esencialidad. Hay que agradecer a profesionales como Guillermina Caicoya la labor de difusión de nuestro arte tanto a nivel nacional como internacional. Durante estos días la galería ovetense ha participado en la Feria Volta Basel en Suiza exponiendo los trabajos de Plágaro, otro de sus artistas de referencia. La apuesta, pero también el riesgo que conlleva, es realmente admirable, y la promoción del arte contemporáneo es inestimable.

Acrílico de Paco Fernández.

Acrílico de Paco Fernández. / LNE

Centrándonos en la muestra, y teniendo en cuenta el montaje expositivo citado, hay que destacar distintas líneas de creación. Las piezas de formato regular, dominadas por el color blanco, están realizadas con procedimientos y acabados muy distintos, mostrando las múltiples posibilidades de lo mínimo con una drástica economía de medios. Son acrílicos sobre lienzo en los que las transparencias desvelan formas y retículas apenas perceptibles, muy sutiles, en una fusión fondo-superficie que parece negar cualquier discurso que vaya más allá de su contemplación. Son los valores ópticos los que priman aquí. Mientras que en los acrílicos sobre tabla sobresale la fisicidad de la materia; en ellos, la aplicación densa y opaca de la pintura acentúa la solidez de las formas, subrayando los distintos planos que se superponen en un lejano constructivismo de clara vocación escultórica.

Acrílico de Paco Fernández.

Acrílico de Paco Fernández. / LNE

Tras la silenciosa experiencia que provocan estas pinturas esencialistas, accedemos al espacio en el que los acrílicos sobre madera ensamblada constituyen una exposición en sí misma, esparciéndose por las paredes y propiciando un conjunto, formal y cromáticamente, bastante atractivo. Con ellos se abre otra interesante vía de indagación en la que el objeto encontrado o el material reciclado toman protagonismo, y donde las caprichosas torsiones de algunas de las piezas y adaptaciones a las esquinas de la sala recuerdan el carácter experimental de los contrarrelieves de Vladímir Tatlin o del "Proun Room" de El Lissitzky, originales instalaciones que se debaten entre lo pictórico, escultórico y arquitectónico. Las múltiples posibilidades combinatorias también remiten a los aspectos lúdicos y azarosos propios de la corriente dadaísta, hay además una intencionada presencia de las huellas propias del proceso creativo, "imperfecciones" en alguna pincelada o en las vetas y hendiduras de la madera elegida. Pero en conjunto sigue estando presente un lenguaje plástico vertebrado desde una armonía compositiva en la que el color juega un papel fundamental.

Acrílico de Paco Fernández.

Acrílico de Paco Fernández. / LNE

Desde siempre, su trabajo se ha diferenciado por esa sensibilidad cromática, por una personalísima selección de matices de difícil descripción que han ido consolidando su característico estilo. En él se funde el carácter experimental e indagador que busca las posibilidades e interacciones tonales que ya habían sido teorizadas por Josef Albers, con aspectos puramente sensoriales presentes en las aterciopeladas pinturas de Henri Matisse capaces de emocionarnos por sí mismas, de conectar directamente con nuestro interior; por todo ello es probable que nuestro artista comparta estas palabras del fauvista francés: "Si encuentras la forma más enérgica de color posible, el contenido carece de importancia".

Paco Fernández

Galería Caicoya, c/ Principado 11, Oviedo Hasta el 21 de julio

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents