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La peligrosa herencia del mal

Marta Huelves cierra la trilogía policiaca de la inspectora Roldán en paisajes asturianos con "Flor de agua"

Cultura - Libros

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Tino Pertierra

Tino Pertierra

"Antes de que digas nada, te ruego que escuches esta historia"...

Marta Huelves cierra con "Flor de agua" su trilogía asturiana tras "La memoria del tejo" y "El tercer lago". Playa de Toró, Llanes, en los años noventa. Una pareja de distinta clase social disfruta de la noche de San Juan en el bosque. Al amanecer, ella bebe de una fuente cuando el sol toca la superficie del agua y nace el reflejo conocido como Flor de Agua, un fenómeno al que se atribuye poderes sobrenaturales y que sirve como ritual de fertilidad. Más de treinta años después, en Gijón, el mismo día de San Juan de 2023, la Brigada del Oriente de la Policía Nacional –que se ha reunido tras cuatro años de separación– debe resolver el asesinato de un joven mutilado, con un símbolo de esa flor grabado en la madera que lleva en la boca. El misterio está servido. Es hora de resolverlo.

Lo que se oculta, lo que permanece bajo las apariencias. Huelves se mantiene fiel a sus principios narrativos y lo que parecía un crimen aislado resuena como eco final de una trama cruzada por la violencia, la dominación y los privilegios de clase. La autora hilvana ambas líneas temporales con precisión y con una prosa bien construida que lleva al lector a los acantilados y playas brumosas, a las casonas señoriales y a los bares de la calle Corrida. Pura Asturias.

El paisaje asturiano pasa a ser un destacado personaje más, testigo silencioso pero elocuente de amores proscritos, venganzas y heridas heredadas. En Asturias ya se sabe que los mitos conviven con lo cotidiano, de ahí que lo real y lo legendario recorren airosamente toda la novela. Las leyendas asturianas y los elementos sobrenaturales se combinan con guiños al cine español rodado en el Principado, a modo de pistas simbólicas de la trama. Muy curioso.

La Brigada del Oriente –con la subinspectora Marina Roldán, el inspector Salvador Bedia, el agente Lino Cueto y la analista Nora Sirgo– se despide aquí. Cada uno cierra su propio círculo, aunque Huelves deja abierta la posibilidad de un reencuentro. Más allá del thriller policial, "Flor de agua" es un análisis concienzudo de la sociedad y una reflexión sobre el abuso de poder y las cicatrices que deja. Huelves convierte la literatura en vía de denuncia, accediendo a temas que la inquietan –la masculinidad tóxica, los estereotipos, el maltrato psicológico, la invisibilidad de la mujer– para traspasar capas y alcanzar el conflicto narrativo.

El mal no siempre lleva máscara; a veces se hereda con el apellido. Tengámoslo en cuenta para acercarse a esta flor de agua en la que Marta Huelves se esfuerza por fraguar una historia de gran intensidad en la que el componente atmosférico es muy importante y que se mueve con soltura por los caminos más misteriosos y significativos de la condición humana. Un cierre adecuado para una trilogía que ha hecho de Asturias no solo un escenario, sino un espejo donde se reflejan tanto las tinieblas como las luces de lo que somos.

Flor de agua

Marta Huelves

Maeva Ediciones, 296 paginas 20,90 euros

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