Santa Eulalia (Morcín),

Pablo ANTUÑA

El concejo de Morcín siempre fue territorio idóneo para el fútbol sala. Apenas existían jóvenes que quisiesen practicar el balompié, pero en el último lustro, la historia cambió en Morcín.Un grupo de amantes de este deporte creó un equipo de la nada y en apenas cinco temporadas han pasado de dos equipos a los seis con los que cuentan actualmente. Un cambio que se debe a dos causas: la construcción de un campo sintético y la urbanización creada en Santa Eulalia con el consiguiente rejuvenecimiento de la población. «Empezaron a llegar muchas familias jóvenes con muchos críos y en consecuencia aumentó la demanda», señala Alberto López, coordinador del Madalena.

En la temporada 2011/2012 el club tiene a 81 jugadores repartidos en seis plantillas. La primera de todas es el equipo que milita con 20 jugadores en primera regional y Alfonso de entrenador. Justo detrás, hay que dar un salto para encontrar los 17 jugadores del infantil de Ruso. En alevines, el Madalena tiene dos representantes con 10 jugadores en cada plantilla: Delfi y Félix preparan al equipo de segunda, mientras que Rafa hace lo propio con el de tercera. Ya en pista, el club morciniego tiene a David y Diego con diez jugadores en el benjamín; mientras que Andrés y Tino dirigen a 14 jugadores en el conjunto que compite en los Juegos Escolares. «No pudimos federarlo en agosto porque no teníamos jugadores, pero en septiembre empezaron a llegar y esta fue la solución que creamos de urgencia», relata López.

Otra de las señas de identidad del Madalena de Morcín es el fútbol femenino. Actualmente, el club tiene a seis chicas en sus filas, y el año que viene sumará otras cuatro más. «Sería un sueño y una culminación a este bonito proyecto poder contar con un equipo femenino», señala el coordinador.

Los jóvenes que practican el fútbol pagan una cuota anual de 100 euros. Además, el club tiene 300 socios que por 25 euros pueden ver los partidos que deseen en cualquier categoría. Esto ha hecho que en cinco años de vida el equipo de Morcín tenga beneficios temporada tras temporada y se haya convertido en un objetivo para los jóvenes futbolistas. De ahí que más de una docena de futbolistas sean de Mieres o Riosa.

Desde Santa Eulalia de Morcín, el club quiere que sus jugadores disfruten con el fútbol. «Queremos que lo pasen bien y que se vayan formando como futbolistas», comenta López. Aunque sin presiones reales, tienen algún objetivo particular. El primero de ellos es mantener el alevín en segunda categoría. Y de momento la temporada marcha bien y el equipo está entre los cinco primeros. Y el segundo objetivo sería lograr el ascenso del benjamín a segunda división. Estos son los objetivos más cercanos, pero con apenas un lustro de vida, Alberto López tiene un sueño que le gustaría cumplir en esta corta historia de vida: «Lo ideal sería subir con un equipo a primera. Supondría un premio para este proyecto que salió de la nada hace cinco años».

Y sin tiempo para saborear el éxito de componer varios equipos en un tiempo récord, el Madalena ya piensa en el futuro. El próximo año estrenarán un conjunto cadete y otro en categoría prebenjamín. «Es increíble la cantidad de peticiones que estoy recibiendo para jugar la próxima temporada. Entre los cuatro y los siete años hay infinidad de niños que quieren empezar en el mundo del fútbol. Además, la continuidad de los infantiles que pasan a cadetes, y la capacidad de mantener los dos alevines hará que el próximo año podamos contar con ocho plantillas», concluye Alberto López.