El CF Estudiantes tiene la cuota más barata del fútbol base con 90 euros anuales y los viajes en autobús son gratis para los padres. Eso dice el coordinador Ángel Meana, es consciente que «el mantenimiento de os dos campos que tenemos, de hierba natural nos hace casi empeñarnos. El sueño es conseguir un campo sintético y cambiar de ubicación porque sino vamos a desaparecer. Es difícil montar equipos porque los padres sólo miran los clubes con sintético para no manchar ni la ropa y que los desplazamientos sean cortos».

Otro de los grandes problemas para los clubes modestos son los partidos televisados «Si el equipo de Liga Nacional juega a las 17 horas y el Sporting a las 20 ¿Quién va a subir hasta La Providencia y más si llueve?. Cada vez acude menos gente al campo», señala.

El coordinador del Estudiantes también reclama que la Federación Asturiana de Fútbol tiene que «tomar medidas. No puede haber en un mismo club cuatro equipos en la misma categoría porque otros quedan sin chavales. Toda la vida existieron dos infantiles, cadetes, juveniles y alevines. Ahora hay clubes que tienen hasta 25 jugadores en un equipo y los padres admiten que sólo una vez al mes les llamarán a jugar. Con el tema de cobrar unas cuotas cogen todo y los demás clubes no tenemos ya jugadores. Así desapareceremos muchos dentro de poco tiempo porque los directivos se desmoralizan». Además, a perro flaco todo son pulgas y los modestos también acusan la crisis que existe en la sociedad española y asturiana. «El presupuesto es alto y ya hay pocos socios. La mayor parte de ingresos es lo que pagan los padres de los jugadores. Teníamos un patrocinador pero ya se borró el año pasado y ahora tenemos que luchar más. Tocó la pedrea de la lotería pero como la cosa está tan mal todos la cobran».

Ángel Meana es un profesional de máquinas de venta de productos y en ocasiones tiene que «variare el horario de trabajo para ir a la Federación a tramitar fichas y empezar a buscar fichajes. El club depende de mí un 90 por ciento. El presidente trata de buscar ingresos y sino los pone del bolsillo. Y Aníbal y Marcelo hacen las otras labores. Sin esas personas, desaparecemos».