El San Martín no pasa por su mejor momento económico, pero al menos, la ilusión del fútbol base sigue intacta. Cinco equipos del club sotrondino luchan contra los elementos por disfrutar cada fin de semana del fútbol y aunque su futuro pinte muy negro, al menos, los casi setenta jugadores del fútbol base del San Martín esperan concluir la temporada dando lo máximo sobre el terreno de juego. «Queremos seguir formando jugadores y personas. No ponemos ninguna presión ni objetivo. Lo que si nos agradaría sería volver a tener algún chaval que inicie con nosotros su participación en pista y acabe en juveniles», analiza Nino Fernández, coordinador del club.

Superada la mitad de la temporada, el club tiene en competición a cinco plantillas, más una escuela de iniciación. El San Martín también comenzó la temporada con un alevín, pero un problema extra deportivo impidió que siguiesen compitiendo. «Estábamos en segunda categoría y a nivel deportivo los resultados no estaban acompañados. Los padres estaban disconformes e hicieron que dejasen de ir a entrenar y jugar los chavales, por lo que tuvimos que retirar el equipo», analiza Nino. Aún así, esta causa de fuerza mayor no impedirá que vuelvan a recuperar esta plantilla la próxima temporada. «Tenemos que volver a contar con un alevín, porque si rompemos este eslabón de la cadena lo pagaríamos en el futuro. La Federación no nos va sancionar para el próximo año y volveremos a salir en tercera alevín. Han comprendido que ha sido una causa de fuerza mayor y que no hemos tenido culpa desde el club», resalta.

Los que sí están participando son el resto de equipo. El equipo juvenil está entrenado por el propio Nino y tiene 15 jugadores en su plantilla. El cadete de Hugo tiene a 17 miembros; mientras que el infantil de Berto y Baquero, cuenta con 18 jugadores en sus filas.

Ya en pista, el club sotrondino tiene a un benjamín con ocho jugadores y Mario como preparador, mientras que el prebenjamín de Isaac tiene a once jóvenes. Por último, el club tiene una escuela de iniciación con 12 jugadores y con Pelayo al mando.

En cuanto a los objetivos de la temporada, el club tiene la ilusión de conseguir que el infantil se meta en la liguilla del ascenso, ya que el resto se encuentran en un año de transición. «La mayoría de los jugadores de las diferentes plantillas son de primer año y lo estamos acusando. La primera vuelta no nos ha ido nada bien y en esta segunda estamos empezando a remontar. A ver si nos empiezan a acompañar los resultados y la próxima temporada podemos formar bloques potentes para que puedan hacer un papel digno», afirma el coordinador del club.

Y es que el club no impone objetivos, pero quiere que sus jugadores aprendan lo más básico del fútbol. «Si entienden que el fútbol es un deporte sano y se empapan del espíritu de competición, ya estaremos satisfechos», concluye.