Para Adrián Caravaca Cardín, castellonense de 15 años, canterano del Villarreal y campeón de España cadete en la distancia de 3.00 metros, la playa es para el invierno. Y es que el verano tiene nombre de barriada minera, de libertad, de andar con los amigos sin que los mayores se preocupen demasiado de por donde anda metido. En definitiva, los veranos son para estar en Tuilla, con su abuelo Ángel, en el lugar donde nació su madre.

Este año la carrera deportiva de Adrián le ha permitido pasarse por Tuilla en una fecha en la que no acostumbra a hacerlo. El pasado fin de semana competía en la distancia de 1.000 metros en el Nacional cadete de atletismo que se celebró en Oviedo y gracias a eso ha podido pasar unos días en la tierra de su familia, visitando al abuelo y contándole como van las cosas por tierras mediterráneas. No hubo suerte en la carrera, en la semifinal del sábado unas molestias físicas le impidieron clasificarse para la final, algo que cabreó mucho a Adrián, a quien correr en Asturias le hacía especial ilusión.

Además del atletismo, Adrián también saca tiempo para el fútbol jugando en un cadete del filial del Villarreal. El chaval reconoce que le gusta más el fútbol, aunque «exige más el atletismo». Y es que su agenda semanal asusta: «Me entreno de lunes a viernes y los fines de semana tengo competiciones. Acabo a las 18 horas en la pista y me voy a entrenar al equipo de fútbol. Los miércoles no me da tiempo ni para pasar por casa entre una cosa y otra», explica.

Para Adrián, Tuilla es un paraíso de libertad y Asturias en general un lugar idílico. «Todos los veranos cuando tenemos vacaciones venimos a Tuilla a ver al abuelo. Aquí tengo amigos. Hay más libertad, es más pequeño y hay confianza entre la gente», relata el joven Caravaca Cardín. La historia que hizo que Adrián acabase siendo castellones arranca en un camping en Galicia donde su madre conoció a su padre, oriundo de la localidad mediterránea.

Como no podía ser de otra forma Adrián admira a Villa, el héroe de Tuilla, aunque reconoce que le gustaría más verlo vestir de blanco. «Soy del Madrid y me hubiera gustado que jugara con mi equipo. Pero aún tengo esperanza de que acabe jugando en el Madrid», dice. El joven atleta castellonense reconoce que en su tierra «hace más calor. Pero aquí se duerme mejor, no paso tanto calor por las noches. Me gusta el olor que hay aquí, el verde y todas esas cosas», concluye este castellonés con alma de Tuilla.