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Aunque en el Vallobín se enorgullecen de todos los jugadores que visten su camiseta, no es menos cierto que el cadete A despierta una simpatía especial por lo que ha sufrido. Estos chavales consiguieron la temporada pasada el ascenso de Tercera a Segunda y en éste están en disposición de repetir la hazaña y ascender a Primera.

Además, se trata de un equipo que ha sufrido mucho por la pérdida el pasado mes de septiembre del que fue su entrenador, Diego Álvarez, en un accidente de tráfico. Como homenaje, los jugadores llevan cada partido una camiseta en la que se puede leer: «Diego. Siempre con nosotros».

«Este equipo es un orgullo para nosotros. Sufrieron la pérdida de su entrenador, al que apreciaban mucho, y aún así están teniendo un rendimiento altísimo y un comportamiento ejemplar. Cada partido le siguen dedicando los goles. Se acuerdan mucho de él», explica el vicepresidente de la entidad.

También entre los más pequeños el club tiene un equipo en el que confía para el futuro, el prebenjamín A. «Es la joya de la corona. Ya preguntaron muchos equipos por él, pero hemos hablado con los padres porque no queremos que se vaya ninguno, queremos que ese equipo se pueda mantener», concluye, siempre con entusiasmo, Viesca.