Pravia, Sara ARIAS

Llevan entrenando tan solo cinco y cuatro años en el Club de Bádminton Astures, pero los pravianos Óscar Suárez y Kevin Suárez, ambos de 15 años, ya son campeones de Asturias de Bádminton Sub-17 de dobles masculino en 2011. Y este fin de semana piensan revalidar el título. Además, en el ránking nacional de dobles masculino de su categoría están en el decimoséptimo puesto.

Los Suárez no son hermanos, pero como si lo fueran. En la pista se entienden a la perfección. «Somos amigos desde niños y eso nos favorece en el juego», revelan mientras reponen fuerzas tras competir, el pasado domingo en el polideportivo municipal de Agones, en Pravia, en la categoría absoluta. No llegaron a la final, pero salieron con buenas vibraciones, aunque a Óscar Suárez le hubiese gustado «estar arriba», confiesa.

Hace pocos años que practican bádminton pero se han quedado atrapados en la red. «Es un deporte muy aeróbico y dinámico tienes que estar todo el tiempo moviéndote», explica Óscar. A lo que su compañero, Kevin, añade: «No todo lo de raqueta va a ser tenis ni lo de pelota, fútbol». Ambos ríen. Y es que Óscar también practica bolo celta y Kevin ballet.

Pero ¿cómo se forja un campeón en tan poco tiempo? Según los jóvenes, «no hay ningún secreto: entrenar y entrenar, luego vas compitiendo y rascando algo y te animas para seguir adelante», declaran. Se ejercitan solo tres horas a la semana pero afirman que con eso tienen suficiente, «tengo mi vida y no quiero dejarla, me gusta el bádminton mucho, pero quiero seguir como estoy», asegura Óscar.

Están cumpliendo sueños y para conseguirlos tienen algunas recetas. Aseveran, que durante los partidos los que más les ayuda es que les griten desde las gradas para apoyarlos. Y aunque les encanta ganar y sentir la mejoría en el juego creen que lo mejor del bádminton es el ambiente que hay entre los deportistas. «Hay competitividad, como en todos los deportes, pero se hacen muchas amistades en los campeonatos, porque cuando esperas entre ronda y ronda de los partidos, a veces puedes estar poco tiempo y otras veces horas, así que, ¿qué haces? ¡Pues hacer amigos!», exclama Kevin.

También juegan en la categoría individual, en la que Óscar es campeón de Asturias Sub-17, pero confirman que estar juntos es mejor: «Nos animamos mucho uno al otro y no te sientes solo en la pista», explica Óscar, mientras, Kevin revela que a veces, «se te hace demasiado grande». Además, la exigencia física hace que los jugadores de bádminton estén todo el tiempo moviéndose en la pista y «al jugar dos se reparte el sufrimiento», detallan entre risas.

No solo compiten en España, Francia es uno de los destinos habituales de estos dos campeones. Tienen ganas de bajar a Andalucía, «porque allí», dicen, «tienen muy buen nivel, como en Asturias, son las dos comunidades con mejores resultados». Además, los viajes ya no son como antes, ahora, su entrenador y presidente de la Federación Asturiana de Bádminton, David Gómez, ha comprado una furgoneta para realizar los desplazamientos. «Mola ir en la furgo, aunque no tira mucho», desvela Óscar divertido.

Aunque están consiguiendo muy buenos resultados, desde que compitieran por primera vez a los cuatro meses de comenzar a practicar bádminton, no quieren alejarse de sus vidas. Pero sí seguir en la línea de victorias, «ahora no queremos un entrenamiento más exigente, pero nunca se sabe porque según vas ganando, y vas consiguiendo lo que quieres, subes un escalón más y luego siempre quieres ir a por el siguiente». Dos jugadores con los pies en la pista.