Lugones,

D. SAN ROMá

El Oviedo solventó sin apenas complicaciones su tercer encuentro de pretemporada en el campo del Lugones, al que le endosó un contundente 1-4. De nuevo, no obstante, los hombres de Lobo Carrasco no supieron mantener una línea de juego regular y se volvió a ver a un buen equipo durante la primera mitad que se borró a sí mismo del campo en la segunda, pese a lo engañoso del resultado final.

El once inicial que dispuso el entrenador oviedista incluyó varias novedades, con jugadores reubicados en posiciones distintas a las que habían ocupado hasta ahora y la presencia por primera vez en esta pretemporada de Jon Carrera en la medular, haciendo pareja con Curro, el mejor de los azules durante el primer período.

El Oviedo salió fuerte y al minuto de juego había dispuesto ya de una ocasión de Bruno, a la que le siguió, en el minuto tres, el primer gol. Curro lanzó una falta lejana que desvió la barrera, despistando al guardameta local Borja, desafortunado en todas sus intervenciones.

A partir de ahí el Oviedo se durmió y se dedicó a marear el balón hasta que en el minuto 24 Centrón alzó la cabeza a treinta metros de la portería y enganchó un zapatazo que se coló por toda la escuadra.

El resto del primer período fue una sucesión de oportunidades mal resueltas por los delanteros de ambos conjuntos. La más clara fue un fallo de Matías, que no acertó a resolver ante una salida a la desesperada de Borja. El delantero se había quedado solo delante del portero gracias a una genialidad de Jon Carrera, que había picado el balón por encima de la zaga local.

En la segunda mitad, el Oviedo se olvidó de jugar al fútbol y se dedicó a deambular por el campo. Tan sólo los chispazos de Jaime, que había salido en sustitución de Bruno, avivaron un poco el partido. Tal era la pájara del Oviedo que a los 20 segundos de la reanudación ya había encajado un gol como consecuencia de un error de Carmona y de la picardía de Ángel, que coló el balón entre las piernas de Iván.

Desde ese momento tan sólo funcionaron las bandas con Villanueva, que volvía tras su lesión, y Jaime, muy activos. Precisamente, el segundo convirtió un pase de Falo desde el medio campo en el minuto 75, en una gran jugada personal que culminó con un pase que Stefan tuvo el placer de empujar a gol. Tres minutos más tarde, José Luis servía un balón raso desde la banda derecha y Cervero remataba en boca de gol. Hasta el final no hubo más noticias de un Oviedo que ganó sin complicarse.