Por suerte para el Sporting, el madrileño estuvo a punto de enviar el balón por encima de las gradas de Chapín. La primera mitad dio para poco más, salvo para una cuantas internadas de Momo y Carlos Calvo, que alternaban su posición en ambas bandas, que tuvieron al Sporting unos cinco minutos con el freno de mano echado. El transcurrir de los minutos favoreció al Sporting, que pudo imponer su superioridad física. En el último cuarto de hora Kike Mateo hizo sus otras dos apariciones, primero probando suerte desde fuera del área, y más tarde colgando una falta lateral que al pegar en Gerard estuvo a punto de costarle un disgusto al Xerez.

El Sporting alcanzó el descanso sin daños. Quedaba por saber si a los rojiblancos les iba a pesar el intermedio. El temor a la caraja que los rojiblancos vienen sufriendo en las segundas partes se acrecentó a los cuatro minutos de la reanudación. Pedro Ríos prolongó de cabeza un balón largo que permitió a Míchel batir a Roberto. Un fuera de juego dudoso evitó lo peor. Luego De Coz, otra vez Ríos y Momo estuvieron cerca de adelantar al Xerez.

Pero apareció Barral. En una jugada de pillo, Diego Castro le robó un balón a Samuel cerca de su área y la cedió al gaditano. Barral no se lo pensó y se inventó un misil que entró por toda la escuadra. Imparable. Golazo. El Xerez movió su banquillo y trató de salvar los muebles. Yordi tuvo las mejores ocasiones. Hasta por tres veces tuvo en sus botas amargar una nueva fiesta gijonesa. No contaba con un inspirado Roberto.

Un brutal choque entre Barral y Pedro Ríos dejó al Xerez con diez, al haber agotado sus cambios. La superioridad rojiblanca duró bien poco, ya que minutos después Omar le dejó un recadito a Verdés que le costó la roja directa. Las interrupciones le vinieron mejor al Sporting, que en una contra cerró el partido en el descuento. Sastre certificó los tres puntos.

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