Gijón, P. G.

«¡Hijo, no pierdas tiempo!». A esto añádesele un peculiar acento gallego, unos ojos saltones y grandilocuentes gestos. El resultado: David Vidal. Esta frase provocó la expulsión del técnico del Elche, próximo rival del Sporting, la última jornada. Vidal se quejó así de la pérdida de tiempo de Del Pino, jugador del Numancia, al sacar una falta. Segunda amarilla, y El Molinón se quedará sin el espectáculo que supone ver en la banda de cualquier campo de fútbol al técnico. «Me da igual que el Elche tenga o no a todos sus efectivos disponibles. Yo también soy un tío peculiar y el otro día el equipo ganó conmigo en la grada», bromeaba Preciado sobre la sanción de su colega. Vidal tendrá que seguir las evoluciones de los suyos desde la grada de El Molinón. Lo cierto que es que la llegada de Vidal al banquillo del Elche ha resucitado al equipo alicantino. El gallego sustituyó a Luis García hace cinco jornadas. El Elche se encontraba en puestos de ascenso, a cuatro de la salvación. Cinco semanas después, el equipo de la franjiverde está a un punto de la quema. Y todo porque la pasada jornada se rompió la racha de victorias con la que aterrizó Vidal. El técnico se estrenó en Castellón con un triunfo (1-2). Luego ganó al Hércules de Uribe en el Martínez Valero (2-0), para repetir ante el Alavés (1-0). El Albacete arrancó un empate sin goles. El pasado fin de semana el Numancia se impuso en por 1-2, acabando con la estrella de Vidal. Y eso que el Elche falló un penalti.

Vidal ha impuesto su sello al próximo rival rojiblanco. Orden defensivo y buena pegada. Para ello ha recuperado a los veteranos que vivieron en el ostracismo durante la época de Luis García. Echó mano de Gastón Casas, que regresará al equipo tras una lesión, de Pere Martín y Cachorro. Mientras, ha variado la posición de Alfredo y ha apuntalado el equipo con los fichajes del mercado de invierno: Fajardo, Coelo y Douglas. Sin olvidarse del ex rojiblanco Miguel. «El culebra» ha visto puerta con facilidad en las últimas jornadas.