Oviedo,

Celso A. SANJULIÁN

En una recuperación que ha tenido tanto de rápida como de correcta, el portero estudiantil Chema ya está centrado en el trabajo de pretemporada. Su grave lesión de noviembre pasado en Éibar, origen de una aciaga racha que posteriormente alcanzó a otros cuatro metas del Uni (Mackay, Berto, Neftalí y Lastra), ya está felizmente superada. Dos operaciones le corrigieron las roturas de un ligamento y del menisco de la rodilla izquierda. El portero, a sus 28 años, vuelve al equipo con mayor entusiasmo si cabe.

«Mantengo intactas las ganas de entrenar y jugar», dice José María Fernández Rodríguez, «Chema», que alterna la práctica futbolística con su profesión de médico. Precisamente las obligaciones profesionales le han impedido sumarse a la concentración de sus compañeros en Pajares. Él y el repescado Nacho Cabal están entrenándose con el plantel del Universidad B en las instalaciones de La Morgal.

En esas primeras sesiones dice que «me encontré bastante bien; me falta coger algo de confianza en la pierna, un poco por el miedo a caer o a hacer un mal gesto. Pero sólo es cuestión de tiempo. La verdad es que la recuperación fue rápida, con un mes de adelanto sobre los seis previstos».

La campaña 2005-06 fue mágica para Chema y el Uni, que lo ganaron prácticamente todo: el título de Liga en Tercera, el Nacional universitario, el premio a la deportividad y el trofeo al portero menos batido, además de ascender a Segunda B. Todo lo contrario resultó la 2006-07, con grave lesión del meta y descenso del equipo. Ahora, cuando tanto lo bueno como lo malo son ya recuerdos del pasado, Chema vislumbra una Liga 2007-08 en la que su equipo «estará en ese grupo de seis o siete conjuntos que aspiran a estar arriba, sólo por detrás de Real Oviedo y Astur, que, a mi juicio, tienen las mejores plantillas».

Su impresión sobre el plantel de que dispone Pulgar es que «se ha rejuvenecido con chicos del B, a los que lógicamente hay que conceder un tiempo para que se adapten a la categoría; tienen mucha calidad, lo que ya es un buen punto de partida para augurarles un futuro positivo. Al final, tendremos ese equipo competitivo que viene siendo habitual en los últimos años, y que gusta de hacer un buen fútbol».

El Uni, en las alturas. Desde la tarde del domingo se encuentra concentrada en Pajares la plantilla del Universidad. Pulgar y sus jugadores se alojan en el albergue universitario del Brañillín, donde permanecerán hasta su regreso a Oviedo mañana, sábado. Ese mismo día debutarán en la Copa Federación, recibiendo al Siero (18.30 horas) en el sintético de La Pixarra.