Al Unión Popular de Langreo, ya se sabe, le han dejado económicamente como un solar. Una coyuntura muy grave, y tanto, pues se llegó a temer por el futuro de la primera entidad deportiva del valle del Nalón. Y desde luego que no hace mucho tiempo nadie, o casi nadie apostaba un céntimo respecto a la supervivencia del club azulgrana.

No obstante, las cosas están cambiando para bien, según parece, bajo el mandato de Fernando de la Roza Coto, nuevo presidente del club de la fusión del fútbol langreano. El «enfermo», pues mejora paulatinamente, aun cuando no está del todo «curado». Y es que la cuestión en absoluto es una broma, todo lo contrario, y para solucionarla están trabajando mucho y bien, según nuestras noticias, De la Roza y demás componentes de la junta directiva, que a mal tiempo han puesto, como ha de ser, buena cara. Además, no hay más remedio. Miran los integrantes de la entidad del Nuevo Ganzábal hacia adelante, y con la ilusión de que el futuro del Langreo sea el mejor posible en todo, pese a que la herencia -¡menuda herencia!-, que han recibido no se solventará de la noche a la mañana. Y es que de sobra saben que se requiere mucho esfuerzo y dedicación, además de que las promesas de ayuda no se truequen.

Y tal parece que en este aspecto los indicios son muy esperanzadores, aunque aún se han de salvar varios obstáculos que, sin embargo, en absoluto son insuperables. Se está llamando a muchas puertas. Y tanto empresarios como instituciones oficiales -también varias personas se han prestado a colaborar incondicionalmente- están respondiendo satisfactoriamente.

Dijo el poeta: «Caminante, no hay camino; el camino se hace al andar». En esto es lo que está la flamante directiva del Unión Popular de Langreo. Se confía en que en lo que ha de andar se encuentre la tan deseada senda por todos.