Oviedo

Las tensiones políticas que se viven en China por el conflicto con el Tíbet están empezando a afectar a los montañeros y, entre ellos, a la asturiana Rosa Fernández, que se encuentra en Nepal para intentar el ascenso al Lhotse (8.519 metros).

Una vez solucionados los permisos y ya con el equipo completo, Rosa Fernández ha tenido que hacer acopio de algún material técnico en Katmandú. El pasado domingo se fue a Luckla, en vuelo interior de Nepal, donde se reunió con su nuevo sherpa, un joven llamado también Dawa. Dos días después, el martes, día 8, la montañera asturiana y su sherpa se situaron en Namche Bazar, puerta de entrada al parque nacional del Everest. La asturiana coincidió allí con César Pérez de Tudela y Pedro Antonio Ortega, «El Ardilla», el famoso escalador compañero de César en sus históricas cordadas al Urriellu.

La vigilancia en aquella zona es extrema y todo el valle está controlado por el Ejército. La situación política en Nepal no es nada cómoda. Ayer, por ejemplo, día 10 de abril, hubo elecciones generales y, según comentó Rosa vía telefónica, «la única zona tranquila del país es ésta, el valle de los sherpas, donde se ha concentrado gran parte de los himalayistas de todo el mundo, al estar suspendidos los permisos por la cara norte, vertiente tibetana, bajo control de China».

En Katmandú explotaron dos bombas el pasado miércoles, víspera de las elecciones, sin víctimas. El movimiento maoísta de Nepal es el que más se hace notar en la capital, como ha palpado Rosa estos días, y, por lo poco que se sabe, en otras zonas de Nepal esta «guerrilla maoísta» tiene el control total.

La tensión es tan grande que ayer Nepal suspendió los vuelos; tampoco se puede circular en vehículos privados y sólo funcionan algunos autobuses. La situación es prácticamente como un «toque de queda».

China ha presionado de tal manera a Nepal que han prohibido ascender por la cara sur por encima del campo 3 (en torno a los 7.500 metros), antes del día 10 de mayo. También, a partir del pasado día 6, no conceden más permisos para ascender a las montañas. Es más, las oficinas están cerradas, aunque Rosa Fernández pudo obtener su permiso el día 5.

Todo esto ha creado incertidumbre por lo que pueda pasar en las días y las semanas que vienen. No obstante, Rosa Fernández está muy animada y aprovecha estos días de espera para conversar con otros alpinistas españoles, como Pérez de Tudela y El Ardilla, o con la andaluza Lina, que va a intentar hacer cumbre en el Everest y que ya ha ascendido al Cho Oyu y al G-II.