Mucha broma con el fichaje de Lillo por la Real Sociedad, pero el nuevo entrenador donostiarra ha recortado tres puntos al Sporting en dos partidos. Mucho jijiji y mucho jajaja con David Vidal, pero el Elche está a dos puntos de la tercera plaza, la única que está en disputa, según los más afamados analistas. Porque el Málaga de Muñiz (¿es el mismo que estuvo en los juveniles del Sporting y se fue espantado?) se ha marchado. Había que meterlo en el lío, pero la solidez andaluza en casa es enorme. Había que meterlo en el lío para que hubiera dos plazas en litigio, o quizás había que buscar alguna disculpa para intentar que baje el prestigio del gijonés, que tiene asombrada a la capital andaluza por su seriedad y su buen trabajo. De la escuela de Juande Ramos, quien afirma desde Londres que él no va a las ruedas de prensa a hacerse el simpático o a contar chistes, el gijonés ha tenido que cerrar la empresa de cazafantasmas. Espiar en Mareo es imposible porque en el fútbol-tenis no hay nada que espiar. Cinco goles marcados para sumar un punto en dos partidos es una especie de plusmarca mundial que merece ser analizada por esos organismos que lo miden todo. Cinco goles marcados y, claro, seis encajados en dos partidos no son cifras que indiquen la bondad actual de un equipo que ya no tiene apenas margen de error. No hay enemigos exteriores, no hay árbitros caprichosos, no hay quejas del bondadoso Molinón, pero la situación no es la mejor. El problema no es haber perdido en Málaga, sino no haber ganado en casa, por ejemplo, a Hércules y Gimnástica de Tarragona. El problema está en los partidos de casa, no en los viajes.

Ahora, a nueve domingos del final de ejercicio, la cuestión vuelve a ser la de siempre, que es preciso sumar de tres en tres en Gijón y arañar fuera lo que se pueda. Ahora los cuatro puntos que se han ido frente a alicantinos y catalanes sabrían a gloria bendita. Por no echar la vista más atrás, que no conviene a los sensibles corazones rojiblancos. El domingo llega el único filial de la categoría, metido en la habitual mala racha de los equipos nodriza que pierden jugadores por el primer equipo y que tienen hechos casi todos los deberes. El partido será por la tarde, a las seis, con lo que no se podrá echar mano del habitual gafe matutino. No hay gafe que valga en el tramo que comenzó en la soleada mañana de Málaga. Dos remates de cabeza de rivales, dos goles. Un regalo posterior, otro gol, obra de un chaval descartado por el ojo de lince de turno. Pero nada se ha perdido, salvo que ya se está en fase donde no cabe el error.