Madrid, Efe

Valencia y Getafe disputan hoy la final de la Copa del Rey, en el estadio Vicente Calderón, bajo el signo de la urgencia; esperada como una tabla de salvación por el conjunto de Ronald Koeman y como la última oportunidad para culminar con éxito una temporada en la que apuntó al infinito por el equipo de Michael Laudrup.

El Valencia llega al partido en una de las situaciones más contradictorias de su historia como club, pues nunca alcanzó una final inmerso en una crisis tan grande de juego y resultados en la Liga. El Getafe se ha mostrado más fiable y sale de su épico enfrentamiento contra el Bayern con un apoyo mayoritario, inimaginable al comienzo del curso. Pero al desgaste físico de una plantilla que ha superado el medio centenar de encuentros se une el temor a que el oro se vuelva líquido en sus manos y cargue de presión a un equipo que, en una semana, puede perderlo todo.

Para este partido Koeman ha decidido convocar a los 22 integrantes de la plantilla, aunque Maduro y Vicente han tenido problemas físicos recientemente. La alineación del Valencia presenta varias dudas, tanto en los hombres que integrarán el equipo inicial como sobre su disposición en el terreno de juego en función de si el técnico decide plantear un 4-3-3 o cambia su planteamiento.

Michael Laudrup, mientras, ha convocado a todos sus jugadores para hacer grupo. Se concentrarán en el Coliseum, comerán, descansarán y después viajarán hacia el estadio Vicente Calderón. La única duda, que no se resolverá hasta el último instante, será la del centrocampista Pablo Hernández, que se encuentra entre algodones tras lesionarse en el encuentro ante el Barcelona.

No podrán jugar con seguridad el defensa Mario, el delantero nigeriano Uche y el extremo izquierdo Gavilán. Los dos primeros no saltarán al césped por lesión, y el tercero por contrato, ya que está cedido por el Valencia. Como anunció tras el encuentro ante el Racing, Laudrup alineará en la portería al argentino Ustari, que ha jugado todos los encuentros de Copa menos uno.

La «marea naranja» invadirá las inmediaciones del Vicente Calderón, ya que 21.500 aficionados del Valencia estarán en la final de Copa. Un número parecido de aficionados del Getafe se trasladará en tren gracias al dispositivo especial de Renfe.