El Ciudad Real se proclamó campeón de la Copa del Rey de balonmano al derrotar por un gol, logrado en el último segundo del encuentro, al defensor del título obtenido la pasada temporada, el Barcelona (31-30). El asturiano Alberto Entrerríos -en la fotografía, intentando hacerse un hueco en la defensa azulgrana presionado por Cristian Ugalde- logró cinco tantos para los campeones, en tanto Rubén Garabaya se quedaba sin marcar para los barcelonistas. Ésta es la segunda Copa del Ciudad Real, tras la que lograra en Santander en 2003.