El Oviedo consiguió ante el Caudal, uno de los equipos que aspira también a jugar la fase de ascenso a Segunda B, su segundo objetivo de la temporada: lograr el título en la competición regular. Y además lo hizo con un buen juego y consiguiendo cuatro goles para delicia de los numerosos aficionados que se dieron cita en el municipal ovetense.

Para un aficionado que tan sólo se dedicase a mirar los resultados los números resultan espléndidos, ya que los azules han marcado claras diferencias con el resto de equipos que conforman el grupo asturiano, aunque bien es cierto que tampoco es nada del otro mundo, ya que para ello tienen el presupuesto más elevado, y con diferencia, de todos los equipos.

Pero los aficionados azules que acudieron a presenciar las evoluciones de su equipo se quedaron, un día más, perplejos al comprobar la alineación que había confeccionado un día más el entrenador, Paco Carrasco.

La jornada anterior, ante el Candás, el técnico oviedista había señalado, sin que nadie le preguntase nada, que Falo había realizado un encuentro extraordinario. Su recompensa fue presenciar el encuentro ante el Caudal desde el banquillo. Tras el partido frente al conjunto mierense los elogios fueron dedicados a Jaime, jugador al que ha descubierto Carrasco para el medio del campo en los últimos compromisos, por lo que será el primer descarte para el enfrentamiento ante el Hispano si el técnico sigue con sus teorías. Teorías que serán para analizar en un tratado muy extenso ya que según el máximo responsable de la primera plantilla oviedista una de las claves para neutralizar el juego del Getafe es tapar al «Pato» Abbondanzieri cuando tenga el balón, pues es capaz de golpear con su bota derecha y ponérsela en los pies al compañero cuando éste sale al contragolpe. De la Red, Granero, Contra, Celestini y compañía no tienen importancia. Son cosas de genios.

Ante el Candás había puesto en el eje de la defensa al juvenil Nico, de quien el técnico también tuvo palabras de elogio a la finalización del choque, formando pareja con Mario Prieto. Ambos estuvieron a un buen nivel y la portería azul no pasó los apuros de otras jornadas. Pues bien; en esta ocasión Nico presenció el partido desde el banquillo y Mario Prieto realizó funciones de media punta. Y eso que el propio técnico había comentado que se habían acabado las prácticas de laboratorio. Menos mal.

Si a estas alturas de la temporada, con el título en el bolsillo y una ventaja importante sobre sus perseguidores, el técnico azul no es capaz de dar continuidad a un jugador prometedor que sale de la cantera del club, mal vamos. Una de las grandes fuentes de ingresos del Oviedo en sus buenos tiempos fue el traspaso de jugadores salidos de la cantera que dieron su buenos dividendos a las arcas azules, caso de César al Dépor.

La cantera no es sólo para tener equipos en categorías inferiores, sino para formar jugadores para que puedan dar el salto al primer equipo. Al paso que vamos estaremos instruyendo a jugadores cedidos, mientras que no formaremos a los de la casa. Por cierto, Vicente Álvarez Areces estuvo de nuevo en El Molinón ¿sabrá donde queda el Carlos Tartiere?