Londres, Efe

Con una plantilla que goza en general de buena salud, el Liverpool de Rafael Benítez acudirá hoy a Stamford Bridge a jugarse el último cartucho de la temporada en la Liga de Campeones ante un Chelsea pletórico, que cuenta ahora con el aliciente real de competir, también, por el título liguero.

La segunda eliminatoria de semifinales (1-1 en la ida) definirá el futuro en Europa de ambos clubes, pero, además, representará para los «reds» la última oportunidad de concluir esta campaña con un trofeo entre manos.

La Copa de Europa es el único título al que puede aspirar ya la formación de Anfield, una escuadra que tradicionalmente se crece en momentos de adversidad. Y más si se juega los cuartos en Europa.

Será un encuentro crítico, para el que Benítez dispone de un equipo en buenas condiciones en general, aunque aún no ha perfilado de forma definitiva quiénes constituirán la zaga del equipo ante la lesión de adductores que padece el brasileño Fabio Aurelio.

En lugar del jugador carioca, el técnico madrileño podría optar como lateral izquierdo por los servicios del noruego Riise, el suplente que anotó el desafortunado gol en propia meta en el duelo en Anfield, o podría elegir a Steve Finnan en cualquiera de las posiciones defensivas.

Otro dilema que se le planteará al «míster» español será la inclusión en el once titular del inglés Peter Crouch en lugar de Ryan Babel.

También volverá al once el amuleto del equipo, el goleador madrileño Fernando Torres, que recuperó fuerzas tras descansar el pasado fin de semana en la Liga.

En cualquier caso, la plantilla de Anfield, que tiene ya asegurada la zona de Champions tras haber afianzado el cuarto lugar en la general en la pasada jornada de la Premier, al empatar a 2 con el Birmingham City, deberá emplearse a fondo para revertir las estadísticas que siempre favorecen a su rival en Stamford Bridge.

La gran misión de los pupilos de Benítez para esta noche será dar un giro de 180 grados a lo que parece una constante en los feudos de los «blues»: en ocho encuentros librados en el estadio del Chelsea los «reds» no han logrado anotar un solo gol.

La última vez que el Liverpool burlaba la meta londinense en ese campo fue hace mucho tiempo: el 7 de enero de 2004, con una victoria por 0-1 para el once visitante, firmada entonces por Bruno Cheyrou.

Además, otra cuestión que preocupa al ex valencianista es la, según él, facilidad para «hacer teatro» que tiene el marfileño Didier Drogba. «Con un jugador así es importante tener un buen árbitro», comentaba el técnico sobre el jugador del Chelsea.