Gijón, Eloy MÉNDEZ

Con el viento a favor. Así recibe hoy el Sporting al Granada 74 en un Molinón que se prepara para vivir una de las tardes más vibrantes desde el descenso del equipo a Segunda División hace ya una década. Los de Manolo Preciado llegan al encuentro tras su victoria en Cádiz y con tan sólo una derrota en los últimos once partidos, unos números que reflejan el buen momento con el que los rojiblancos afrontan la recta final de una competición que les puede devolver a la máxima categoría en poco más de mes y medio. Para ello deberán frenar a un rival que llega cargado de bajas, no gana un partido desde hace siete y es el peor equipo de la categoría en la segunda vuelta. Pero es uno de los pocos que ha sido capaz de doblegar a los gijoneses dos veces esta temporada, uno en Liga y otro en Copa, ambos por un gol a cero. Por su parte, los rojiblancos intentarán huir de la presión de saberse terceros, dos puntos por encima de la Real Sociedad y tres por debajo del Málaga, ante unos veinticinco mil espectadores.

Para el partido de esta tarde, Manolo Preciado podrá contar con su once predilecto, es decir, el que saltó al Ramón de Carranza hace una semana con la excepción de Raúl Cámara, que será sustituido en el lateral izquierdo por Roberto Canella, recuperado de sus problemas en la espalda. En el partidillo del miércoles, Preciado dejó claro que en la punta de ataque Mate Bilic ha hecho valer sus galones a base de goles y no se prevén cambios significativos tampoco en las bandas, con Pedro por la derecha y Diego Castro por la izquierda.

En una situación muy diferente se encuentra Marcos Alonso, que se verá obligado a alinear a una defensa de circunstancias, pese a que la recuperación in extremis de Martí Crespí le permitirá mantener cierto peso en el centro de la zaga. Su pareja será Fragoso, que sustituye a Cristian Díaz, de baja por acumulación de tarjetas. En el lateral zurdo jugará Ruz.

El Granada 74, que visita por primera vez en su historia el estadio gijonés, está inmerso en la lucha por amarrar la permanencia después de haber completado una más que aceptable primera vuelta, pero que no encontró continuidad en la segunda mitad del campeonato. Por eso, los granadinos no son sospechosos de llegar a Gijón con extras a la victoria más allá de los tres puntos en litigio.