Oviedo, Marco RODRÍGUEZ

El Lacera Naranco cumplió la parte que de él dependía para evitar la promoción de descenso con su victoria ante el OAR Coruña (32-21), pero el Almoradí, su último rival en la fase regular, se impuso al Pozoblanco a domicilio (29-33) haciendo matemáticamente imposible la salvación directa para los de Chechu Villaldea.

El partido de ayer tuvo poca historia, con un rival muy mermado con respecto a la primera vuelta, lastrado por las lesiones y por la crítica situación económica. En el Lacera destacaron el portero Manolo, Jordi de Toro y los extremos Maxi y Fernando Manuel, además de la entrada en cancha tras seis meses de lesión del juvenil Alejandro, que anotó dos goles. El juego local se fue afinando con el paso de los minutos, y fue en la segunda parte donde empezaron a ganarse ventajas cómodas, coincidiendo la máxima, once goles, con el resultado final. Por el equipo de Pablo José Aguirregabiría sobresalió Miguel Lozano, autor de ocho dianas.

En el capítulo económico, el próximo lunes los capitanes hablarán con el presidente en funciones, José Costas, para intentar desbloquear una situación que se ha vuelto a complicar, y no descartan medidas drásticas si el club no afronta el pago de las dos mensualidades que de nuevo se adeudan a la plantilla y al cuerpo técnico.