Real Madrid Castilla: Tomás (1); Velayos (1), Marcos Tébar (1), Sergio (0), Dani Guillén (1); Parejo (3), Mateos (1), Nieto (1), Alberto Bueno (1), Juanmi Callejón (1); y Szalai (2).

Cambios: Mosquera (1) por Dani Guillén (min 46). Vázquez (1) por Mateos (min 46).

Marino: Guillermo (1); Canterla (1), Pantiga (1), Samuel (1), Álex (2); Pascual (1), Serrano (1); Pablo Díaz (1), Rubén Suárez (2), Fredy (1); y Alberto Suárez (3).

Cambios: Jorge (1) por Pascual (min 46). Ramiro (1) por Guillermo (min 55). Vicky (1) por Alberto Suárez (min 76).

Goles: 0-1, minuto 26: Alberto Suárez. 0-2, minuto 31: Alberto Suárez. 1-2, minuto 48: Parejo. 2-2, minuto 73: Szalai.

Árbitro: Pintado Calero, del Comité Balear. Expulsó al entrenador local, Juan Carlos Mandiá, en el minuto 75. Amonestó, por el Castilla, a Sergio, Nieto, Velayos y Vázquez; y a Canterla, Pascual, Pablo Díaz y Samuel, por el Marino.

Incidencias: Unos 1.500 espectadores en el campo Alfredo di Stéfano de la Ciudad Deportiva de Valdebebas.

Madrid, Borja ASENJO

Justo empate entre dos equipos que dominaron cada uno un tiempo. En la primera mitad, el Marino logró sus dos goles por mediación de un rapidísimo Alberto Suárez, que parecían suficientes para ganar a un Castilla flojo en la zaga. Pero, en la segunda, los blancos supieron sobreponerse al juego asturiano y por mediación de Parejo y a Szalai lograron empatar. El filial madridista sigue en zona de ascenso pese a sus cinco jornadas sin ganar, mientras que los luanquinos llevan ya ocho sin perder, aunque no pueden darse aún por salvados.

Con la tensión en todo lo alto comenzó el partido en la Ciudad Deportiva de Valdebebas. Los primeros minutos fueron de tanteo; el Castilla tenía el dominio posicional, pero era el Marino el que creaba las ocasiones más peligrosas. En el minuto 24, los gozoniegos avisaron por primera vez sobre la meta de Tomás, cuando Rubén Suárez lo intentó desde fuera del área y su tiro salió rozando el palo derecho.

En la siguiente jugada, en el 26, Rubén Suárez volvería a atacar el área blanca y, tras regatear a Marcos Tébar, le dejaría el balón muerto al otro Suárez, Alberto, que esta vez no fallaría. La alegría asturiana era inmensa y subió de intensidad cuando, cinco minutos después, Alberto Suárez controlaba un pase en diagonal de Álex que sobrepasaba al central local Sergio y tranquilamente batía a media altura a un desesperado Tomás, que nada pudo hacer.

Apenas media hora de partido y los de Miramar ya ganaban por 0-2, un resultado que certificaba la tan ansiada permanencia por cuarta temporada consecutiva. Parejo, el autor del gol de la victoria en el partido de ida, era el único que intentaba buscar la portería de un seguro Guillermo, que constantemente reubicaba a su defensa. Pero el marcador ya no volvería a moverse hasta el descanso.

La segunda parte comenzó con un doble cambio en el Castilla. Mandiá reorganizó toda la línea defensiva, mientras que, por parte asturiana, Quirós también retiró a un renqueante Pascual por Jorge. El filial blanco se hizo dueño del partido y, en la primera oportunidad clara que tuvo, no perdonó. Apenas tres minutos después de la reanudación, Nieto remataba a puerta y Guillermo respondía con un paradón sensacional, aunque su despeje lo aprovechaba Parejo para acortar distancias.

Ese gol y la lesión de Guillermo tras un encontronazo con Parejo empezaron a minar la moral de los marinistas. Durante los siguientes minutos, el Castilla siguió gozando de inmejorables oportunidades para empatar el encuentro, pero ni Szalai ni Parejo fueron capaces de batir a Ramiro. Tanta fue la presión blanca que, en el minuto 75, Parejo botó un córner y el húngaro Szalai se elevó por encima de toda la defensa azul para marcar, de cabeza, el empate a dos.

Los últimos minutos fueron de auténtico nerviosismo, pues era tan importante ganar como no perder. El Marino salía vivo de la Ciudad del Real Madrid y prolongaba su sensacional racha de resultados de este tramo final de la temporada. Con 46 puntos, los de Quirós están virtualmente salvados, pero las matemáticas se empeñan en confirmar que, este año, la salvación está más cara que nunca. El último rival en Miramar será, ni más ni menos, que el líder, Rayo Vallecano, antes del viaje a Canarias para cerrar la temporada frente al Vecindario.