Madrid, Agencias

El capitán del Real Madrid, Raúl González, se citó un año más con la diosa Cibeles, a la que en la madrugada del lunes «vistió» de madridista al colgarle al cuello una bufanda y una bandera y ponerle en la mano otra enseña del club blanco.

Por segundo año consecutivo, el delantero madridista fue el único representante de la plantilla autorizado a escalar -esta vez mediante una pasarela instalada hasta la cabeza de la estatua y no con la grúa empleada en la pasada campaña- para adornar a la diosa de piedra con los atributos de campeón de la Liga 2007-08.

Procedentes del estadio Santiago Bernabeu, los componentes de la expedición blanca se desplazaron en un autobús descubierto, adornado en su parte posterior con un número 31 -como recordatorio del trigésimo primer título liguero conquistado-, hasta la plaza de la Cibeles, a la que llegaron minutos antes de las tres de la madrugada. Ataviados con banderas de Argentina, Brasil, Portugal, Italia, Mali y España, por las distintas nacionalidades integradas en la plantilla, los jugadores desfilaron por la pasarela habilitada en torno a la fuente entonando el «campeones, campeones» y bailando ante el aplauso y los cánticos de varias decenas de miles de personas concentradas desde minutos antes del pitido final del encuentro Osasuna-Real Madrid.

Raúl, como capitán de la plantilla, ascendió por la pasarela hasta la cabeza de la diosa, a la que besó antes de anudarle al cuello una bufanda del equipo y una bandera de España con el escudo del club blanco, y de colocarle en la mano izquierda otra enseña madridista.

Entre los homenajes ofrecidos por los jugadores, el más emotivo fue el de Sergio Ramos, que recordó a su ex compañero en el Sevilla Antonio Puerta, fallecido el pasado 28 de agosto.

Las asistencias médicas de Samur-Protección Civil atendieron a una treintena de personas, todas con heridas de carácter leve. Sólo cuatro de los atendidos fueron trasladados a un hospital, aunque sin necesidad de ser ingresados.