Gijón, Víctor RIVERA

El Sporting comienza a dar los primeros síntomas de cansancio. Manuel Preciado, técnico rojiblanco, erradicó en este ejercicio su política de rotaciones habitual en la temporada pasada. El resultado es que los aficionados del Sporting pueden recitar un once de carrerilla, que el Sporting llega al tramo final de la competición en puestos de ascenso y con muchas posibilidades de alcanzar el éxito y que sus futbolistas más importantes acumulan muchos minutos en sus piernas. El panorama se complica sensiblemente cuando el equipo tiene que hacer un sobreesfuerzo como el del pasado domingo, cuando jugó durante una hora en inferioridad numérica y con la urgencia de remontar el encuentro.

Las secuelas no se han hecho esperar. Kike Mateo se llevó la mano al muslo y solicitó el cambio durante el encuentro y Diego Castro y Matabuena también andan cargados. «Con Kike y con Diego soy optimista, pero con Matabuena vamos a esperar. En principio podrían estar los tres, pero hay que ser prudentes porque estamos en una fase complicada de la competición y con mucho desgaste físico. No vamos a hacer ninguna locura y si necesita descansar, descansará», explica el médico del Sporting, Gonzalo Revuelta.

Tras unas semanas de tranquilidad, al cuerpo médico se le amontona el trabajo. Kike Mateo tiene una sobrecarga de isquiotibiales. En la mañana de ayer se le hizo una resonancia magnética que descartó la rotura de fibras. El futbolista está un poco cargado y se le va a reducir la carga de trabajo durante la semana. Ayer recibió tratamiento y fisioterapia.

El caso más complejo es el de Sergio Matabuena. El centrocampista cántabro tiene una contractura en el sóleo de la pierna izquierda y esta mañana se le realizará una resonancia magnética a fin de concretar el diagnóstico. Hay que esperar a ver cómo evoluciona. «Vamos a mimarle quitando carga de trabajo. Ha evolucionado muy bien y esto nos hace ser optimistas, pero hay que ser precavidos», explica Revuelta.

Por su parte, Diego Castro lleva arrastrando una fascitis plantar durante todo el año y ayer se le dio descanso por precaución. En principio, todo apunta a que el gallego no tendrá problemas para jugar. Diego Castro está realizando un importante esfuerzo para superar sus molestias y poder ayudar al equipo.

Al parte médico se sumó en el entrenamiento de ayer el central cántabro Neru, que se produjo una elongación en el aductor derecho y queda pendiente de evolución. Neru está sometido a tratamiento con hielo y antiinflamatorios.

Por último, Andreu está evolucionando muy bien, esta semana seguirá con Lorenzo y, si todo va debidamente, es probable que la próxima semana pueda recibir el alta médica y reincorporarse al grupo.

Gonzalo Revuelta analizó globalmente estos problemas y valoró que «queda mes y medio de competición, con el problema de que hay jugadores que llevan muchos minutos en sus piernas». El médico rojiblanco continuó con sus argumentos y señaló que «a los jugadores que están más cargados se les va a mimar en todo lo que se pueda, sin olvidar que hay que tener un rendimiento físico».