Oviedo, J. E. CIMA

Angel Vicioso mostró ayer su felicidad al cruzar la meta de Oviedo y adjudicarse la Vuelta Ciclista a Asturias completando un podio con sus compañeros del equipo portugués LA Aluminios, Xavier Tondo y Bruno Pires. Los otros triunfadores de la ronda internacional, que patrocina LA NUEVA ESPAÑA, fueron el italiano Stefano Garzelli (Acqua Sapone), en la regularidad; el cántabro David de la Fuente (Saunier Duval), en la montaña y la intervuelta; el jiennense José Luis Carrasco (Andalucía-CajaSur), en metas volantes, y LA Aluminios, vencedor por equipos. La etapa final se la llevó el valiente y astuto vasco Pablo Urtasun (Liberty Seguros), merced a una larga escapada donde se impuso al sprint a sus acompañantes: el bielorruso Branislau Samoilau (Acqua Sapone( y al extremeño Julián Sánchez Pimienta (Contenpolis Murcia).

Los 184 kilómetros de la quinta y última etapa, entre Cangas de Narcea y Oviedo, fueron extremadamente duros para un final de Vuelta con el paso de Navelgas a Brieves de grandes desniveles, carretera muy estrecha y peligrosa y con mal asfalto. No extraña que los vecinos reclamaran una carretera al paso de los ciclistas, aunque éstos pedían tener un poco más de suavidad con el trazado. Una prueba evidente en el paso por ese tramo fue que los escapados iban a tope e hicieron una media de sólo 34 kilómetros por hora, cuando normalmente ruedan a 45 kilómetros por hora.

Como se esperaba, hubo ataques iniciales y neutralizaciones y fue en la subida al Rodical cuando se desató la gran batalla. Primero, con la salida de Gorka Verdugo y luego el contraataque del orgulloso Garzelli, que pegó un arreón que destrozó el pelotón en mil pedazos. El grupo más numeroso era el del líder Vicioso, con veinte corredores. Fue un gran zafarrancho y hubo momentos de nervios; pero el técnico Zeferino mandó tranquilizarse a sus corredores, para que arroparan al maillot amarillo y se reagruparan.

Garzelli hizo un ataque corto para propiciar la salida de su compañero Samoilau (Acqua Sapone), al que se unieron Gorka Verdugo (Euskaltel), Julián Sánchez Pimienta (Contenpolis Murcia), Pablo Urtasun (Liberty Seguros) y Daniel Contrini (Tinkoff). Reaccionó un minuto más tarde Josu Mondelo (Extremadura), lo que le costó sufrir 35 kilómetros para enlazar con los fugados en el tramo tan complicado de Navelgas y Paredes. Pero fue una actitud valiente y generosa.

Una vez el sexteto en cabeza, con buenos relevos fueron pasando por Trevías, ya con 6-15 de ventaja sobre un pelotón del que tiraban tranquilamente los compañeros de Vicioso.

Luego, en la carretera de la costa, de Cadavedo a Cudillero se mantenía la ventaja, la máxima fue de 7-20, hasta que el equipo Ceramica Flaminia se puso a perseguir más fuerte pensando en neutralizar y disputar el triunfo de etapa al sprint. Pero sólo llegaron a rebajarlo a 4,15 minutos, tras pasar por Soto del Barco, Peñaullán -cayó un corto pero intenso chaparrón-, San Román de Candamo y Peñaflor. Allí arrojaron la toalla de la persecución, que retomaron tranquilamente los compañeros del maillot amarillo, pero sin querer cazarlos.

De ahí que en cabeza siguieron tirando fuerte hasta que, a falta de 25 kilómetros, empezaron a buscar de forma individual la victoria. Hubo ataques entre el sexteto y se marcharon primero Verdugo y Pimienta, a falta de 20 kilómetros. Luego se marchó más fuerte Urtasun, que tuvo hasta 30 segundos de ventaja al paso por Posada de Llanera. A falta de 4 kilómetros, en plena autovía, al ver que le tenían cerca, se dejó coger para poder recuperarse. Volvieron los ataques entre los fugados hasta que se fue Samoilau, a falta de 3 kilómetros, quien fue cogido en la calle Uría (último kilómetro) por Urtasun y Pimienta, que se le pusieron a rueda. El joven bielorruso, al ver la meta tan cerca, siguió tirando con mucha fuerza bajo un repentino diluvio, pero con poca picardía porque hasta lanzó el sprint. Tenía tanta fuerza Samoilau que Urtasun sólo le pudo remontar faltando 25 metros, los suficientes para conseguir una victoria de prestigio, por delante de sus compañeros de escapada. El pelotón llegó a 4-15, encabezado en ese sprint por Tino Zaballa, compañero del líder Vicioso, que disfrutaba del gran triunfo en una carrera por etapas y de gran dureza. Entre los abandonos de la última jornada estuvo el asturiano Mario de Sárraga.