Tras la disputa del Gran Premio de España, donde muchos equipos incorporaron varias modificaciones para mejorar su rendimiento dentro de su programa de desarrollo, el Gran Premio de Turquía servirá para aclarar la situación relativa de los equipos.

Después de las jornadas de entrenamientos libres y de la sesión de clasificación de ayer por la tarde, se pueden hacer varias lecturas. En primer lugar, que Istambul Park se trata de un circuito que produce un alto desgaste de neumáticos y con cierto carácter subvirador.

Sin embargo, se esperaba más calor y, por tanto, los compuestos que ha traído Bridgestone han resultado algo duros. Además, las lluvias matinales han dejado la pista bastante limpia de goma para la sesión clasificatoria. En estas condiciones, el equipo Ferrari ha tenido ciertos problemas para calentar las gomas delanteras y su rendimiento a una vuelta no ha sido tan superior. Sin embargo, durante los entrenamientos se ha visto cómo en ritmo de carrera son claramente mejores que el resto. Muestra de ello es la gran ventaja que tienen en velocidad punta. Por ello, la estrategia a seguir por los perseguidores, en especial por McLaren, debía ser salir a clasificar con menos gasolina, estar delante y evitar que los Ferrari se escaparan desde el principio. Sin embargo, Massa, a quien este circuito se le da especialmente bien, ha conseguido llevarse el gato al agua. Parte de culpa la tiene Hamilton, que ha usado neumáticos duros en la Q3, evidenciando por una parte su gran rapidez al volante y por otra cierta confusión a la hora de reglar el coche y tomar decisiones estratégicas. Si como se espera los Mclaren van al menos tan cortos como los Ferrari, especialmente respecto a Raikkonen, la carrera parece clara para estos últimos.

Por detrás, el rendimiento de BMW ha sido algo irregular. Su ritmo en entrenamientos no ha sido el esperado, aunque seguramente fueran muy cargados. Lo mismo puede decirse de la Q3. El objetivo del equipo debe ser aprovechar la carga de gasolina e intentar dar caza a los McLaren tras las paradas. En el grupo perseguidor todos los equipos están muy próximos. Red Bull ha tenido un rendimiento muy bueno todo el fin de semana y peleará con Alonso por alcanzar a los BMW.

Parece que el asturiano ha optado esta vez por una estrategia convencional y podría está en condiciones de plantar batalla a los equipos punteros y luchar en las posiciones de puntos. Sin embargo, no va a contar con la ayuda de su compañero, que una vez más ha cometido un grave error.

Con todo ello la carrera se plantea emocionante, si bien Massa parte como claro favorito. Serán claves, como siempre, la salida y las estrategias de carburante.

Alberto Pello García es ingeniero industrial asturiano y cursa un máster sobre automoción deportiva en Oxford