Oviedo, J. M. F.

El Caravaca intentará por sexto año, segundo consecutivo, el tan ansiado ascenso a Segunda B. Pero no le ha sido fácil, ya que el verano pasado se llegó a cuestionar la continuidad del equipo.

El club murciano llevaba ocho años sumido en una crisis en la que tan sólo había conseguido clasificarse en una ocasión para disputar la fase de ascenso. La mala racha terminó con la llegada del presidente Juan Medina y del vicepresidente Manuel Sánchez.

En el nuevo proyecto figuraba cono entrenador Mariano Oyonarte, que había jugado con anterioridad en el club durante diez años. Su intención era igualar la campaña realizada la anterior temporada por José Antonio Soto, ex jugador del Rayo Vallecano y del Murcia entre otros, y que se marchó al Torrevieja. Pero Oyonarte no tuvo suerte y en la vigésimo primera jornada fue destituido. La situación fue muy tensa y tras conseguir sólo dos triunfos en siete jornadas, la directiva decidió una «limpieza invernal». Se dio la carta de libertad a cuatro jugadores y, por contra, se fichó a cinco.

Para sustituir a Mariano Oyonarte se incorporó a Gabi Correa, ex jugador del Atlético de Madrid, Murcia y Mérida, entre otros. Su carácter fuerte y disciplinado puso orden en el vestuario caravaqueño. Además, regresó José Agustín Soto, una persona muy querida y que llegaba para reforzar la parcela técnica. Los jugadores que llegaron fueron Bac, San José, Juande, Petu y Elías, que dieron otro aire al equipo.